Soplan Vientos De Cambio...


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jueves, 10 de diciembre de 2015

Tai Chi Chuan

por Damián

Tai Chi Chuan

Fluye el chi
invisible pero táctil.
Es blando como el agua,
caliente como el fuego,
firme como la tierra,
ligero como el viento,
elástico, como la madera virgen
de los bosques lejanos.
Fluye el chi
suave e inaudible,
va horadando la pétrea
coraza de la armadura
y la desarma.
Forja lentamente
la espada
y la desnuda.
La máscara cede
y el rostro inocente
empieza a vislumbrar
el sutil mundo de los astros,
los genios y los seres luminosos.
Los ojos del corazón
pueden por fin ver
el perfume del Tao…


domingo, 6 de septiembre de 2015

Tai Chi Chuan

por Damián


Tai Chi Chuan

Cielo
(2da parte)


La flecha del anhelo
se dispara hacia el blanco.

El círculo perfecto,
cuyo centro está en todas partes
y su circunferencia en ninguna.

Arde el fuego,
fluye el agua,
ama la tierra,
y entre los árboles
reluce la espada.

Ocho caminos
aunados en uno
conducen al último
templo.

El venerable anciano
pacientemente espera.

El caminante se postra
ante él y le entrega los frutos
de su sacrificio:

La llave de Plata
que cura todos los males.
La llave de oro,
que abre todas las puertas.

Y la llave de diamante,
que no abre ninguna
porque nada para ella
está cerrado.

El anciano acepta la ofrenda
y todo se desvanece.

Caminante y camino
se funden en el
vacío primordial.

jueves, 2 de julio de 2015

Tai Chi Chuan

por Damián

Tai Chi Chuan

Cielo
(I parte)

Una brizna se eleva
desde el profundo valle
hasta el espacio infinito.

El gusano de seda
teje su capullo
y se prepara para
la transformación.

Madura la noche,
los ojos del dragón
resplandecen.

Amanece,
la luz descalza
se aproxima,
y entre las llamas,
crepita la mariposa.

Por tres veces
canta el gallo
anunciando el nuevo día,
la edad de oro…

El remolino del tiempo
se hunde en la eternidad.

El dragón se sumerge
en el lago,
y por mil años duerme
antes de emprender
el viaje.


martes, 14 de abril de 2015

Tai Chi Chuan

por Damián

Tai Chi Chuan

La Tierra
(parte II)

La grulla despierta,
abre sus alas y vuela,
dejando a su paso
el sonido de la cítara,
cuerdas vibrátiles
que curan el alma.

Los tambores anuncian
la llegada de la noche.

El templo abre sus puertas
para recibir al viajero,
y las cierra tras él hasta 
el nuevo día.



martes, 16 de diciembre de 2014

Tai Chi Chuan - "El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático" (25ta parte)

por Damián

Tai Chi Chuan
El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático
 (25ta parte)
 
  La Tierra
 
La puerta se abre,
la marea se retira
para dejar entrar
la luz.

Arde el fuego,
fluye el agua,
sobre la tierra
virgen nace la primavera y
entre los árboles
reluce la espada.

Las manos se juntan
sobre la montaña.

El ave repliega sus alas
y duerme.

El viento anima al bosque
y los pensamientos se hunden
en lo profundo…
 
 

jueves, 27 de noviembre de 2014

Tai Chi Chuan - "El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático" (24ta parte)

por Damián


Tai Chi Chuan
El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático
 (24ta parte)
 
  Barrer El Loto

La rueda del Samsara gira incesantemente.
Presos del devenir, sujetos a la ley de causa y efecto,
sumidos en el ciclo eterno.
La humanidad fluctúa entre el día y la noche. El Tiempo es la vía férrea e inexorable.
El viento barre el loto, al mismo tiempo que el Kharma.
El guerrero dispara la flecha hacia el blanco para abrir el portal.
En el centro está la quietud, el movimiento en la periferia.
La Nada finalmente se revela y el Tiempo deja lugar a la Eternidad.
Es el paso final de la iniciación, todas las etapas fueron cumplidas.
Sólo resta llegar al ojo de la tormenta, a la mónada última y primera a partir de la cual
todo fue creado.
 
 

miércoles, 29 de octubre de 2014

Tai Chi Chuan - "El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático" (23ra parte)

por Damián

Tai Chi Chuan
El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático
 (23ra parte)
 
  El Dragón

El dragón se sumerge en el lago y duerme por diez mil años antes de traer el tesoro.

Es el animal mágico que reúne en sí las dos naturalezas esenciales del universo: la serpiente, símbolo de la Tierra y el ave, símbolo del Cielo.

Cuando emerge por fin, se eleva hasta la bóveda celeste y toma las siete estrellas. Cada una es la encarnación de los siete estados del cosmos: el físico, el energético, el emocional, el racional, el intelectual, el ético, el intuitivo y el espiritual.

Luego desciende fecundando el suelo con la energía estelar.
 
 

domingo, 28 de septiembre de 2014

Tai Chi Chuan - "El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático" (22da parte)

por Damián

Tai Chi Chuan
El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático
 (22da parte)
 
  Entregar Las Tres Llaves

Sobre la montaña se halla el último templo. Es un gran castillo, tan antiguo como el mundo mismo. Está emplazado en medio de un espeso bosque, cerca de un precipicio donde nadie puede acceder. Luego de interminables travesías el caminante arriba a sus puertas. Han quedado atrás todos los recuerdos, todas las personalidades, todos los rostros. El tiempo que ha transcurrido ha sido suficiente para borrar las huellas del pasado y restarle importancia al devenir de las cosas.
Al entrar no ve a nadie. Sólo silencio. Camina lentamente por los enormes pasillos, tan grandes que parecieran haber estado habitados por gigantes y no por seres humanos. Al final de un corredor hay una habitación, y otra y otra… Es un gran laberinto donde todo se diluye como si fuera vapor. La mente es un espejo. El corazón, ardientes brasas. El aura luminosa alumbra los corredores sombríos. El cuerpo camina y reposa. El espíritu brilla con luz intensísima, como un astro en la noche sin luna.
Una presencia viene hasta él… es el guardián del portal. El caminante le muestra las tres llaves. La llave de plata, que es el símbolo de su personalidad. La llave de oro, que simboliza su individualidad y la llave de diamante que es la manifestación de su espíritu. El guardián extiende su mano para recibir la ofrenda y le hace entender con tan sólo un gesto, que luego de esto ya no podrá volver atrás. Todo su pasado se borrará definitivamente, al igual que su futuro. El destino de la humanidad ya no será nada para él, porque luego de atravesar la puerta entrará en lo desconocido… donde las cosas no son, ni fueron, ni serán. Ingresará al plano del cual nada puede decirse ni saberse. A la ignota vibración inmóvil del Vacío Primordial.
Tres escalones conducen a la última puerta.
Una vez atravesada todo desaparece, caminante, guardián, castillo…
El bosque virgen respira, con la paz de los recién nacidos.
La perfecta iniciación del Tai Chi Chuan, ha sido consumada.

jueves, 28 de agosto de 2014

Tai Chi Chuan - "El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático" (21ra parte)

por Damián


Tai Chi Chuan
El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático 

(21ra parte) 

 El Gallo De Oro

El punto más oscuro de la noche, coincide con el momento donde la luz vuelve a nacer. La oscuridad es el símbolo de la ignorancia y la luz, en su doble manifestación de claridad y calor, el símbolo de la verdad y el amor.

El gallo de oro canta anunciando la llegada del nuevo día.

Los días de confusión han pasado, el resplandor del Sol trae la claridad necesaria para dejar de transitar el camino a tientas.

domingo, 20 de julio de 2014

Tai Chi Chuan - "El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático" (20ma parte)

por Damián


Tai Chi Chuan
El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático
(20ma parte)
 
Nubes
 
El camino de la serpiente lo llevó hasta la cima de la montaña nuevamente. ¿Cuántas cumbres habría que escalar para alcanzar la verdad? En realidad no sabía dónde estaba porque de pronto el paisaje se llenó de nubes, primero debajo de él, como una especie de mar que luego fue avanzando hasta cubrirlo todo. En vano intentaba disiparla con sus manos, siempre regresaba esa niebla tan blanca como espesa para sumirlo en un océano inmaculado. Ni siquiera alcanzaba a verse los pies. ¿Dónde estaba? ¿Estaría al borde del abismo? ¿Caería de un instante a otro en el vacío? Como en una especie de noche blanca caminó interminablemente hasta sentir que se elevaba, que sus pies no tocaban el suelo y ante sí las nubes comenzaban a ceder... Entonces, como una aparición majestuosa tuvo ante sus ojos el paisaje de una laguna, y en el centro una grulla sostenida sobre una pata mirando hacia una caverna de hielo, con una tranquilidad que hubiera destruido cualquier pensamiento.

 
 

jueves, 12 de junio de 2014

Tai Chi Chuan - "El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático" (19na parte)

por Damián

Tai Chi Chuan
El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático
(19na parte)
 
La Llave De Oro


En medio del desierto aparece un oasis. El caminante, casi al borde de la muerte lo descubre y se dirige a él en busca de alimento y agua. Es imposible que exista un lugar así en medio de aquel insondable páramo de arenas infinitas. Sin embargo allí está el palacio del rey, quien lo recibe y muy amablemente lo alimenta y le da de beber. Se puede quedar todo el tiempo que quiera y si desea marcharse, tiene preparada una tropilla de animales para que lo conduzca al poblado más cercano. Así son las cosas en este nuevo mundo, piensa el viajero, un día se está al borde de la muerte, y al día siguiente la vida se desborda.
Ya saciada su hambre y su sed, el caminante fue a recorrer el oasis y encontró un pequeño templo. En la puerta había un anciano barriendo la entrada. El forastero quiso entrar y el anciano lo animó a que llamara a la puerta. Golpeó unos platillos que había allí, pero nadie salió. El anciano una vez más, sin palabras, lo instó a entrar al pequeño templo. El caminante accedió y entró. Adentro no había nadie, ni nada. Ni una imagen, ni un incensario, ni ninguna de las cosas que había visto en otros templos. Sólo un gran vitral en el techo, con la imagen del yin y el yan.
Estuvo un tiempo adentro y luego salió. El anciano, que todavía seguía allí, lo llamó y muy discretamente, abrió su mano y le mostró una llave de oro. Lo miró a los ojos y le hizo entender que esa llave era muy importante.
-Abre y cierra las puertas de tu corazón-, le dijo sin palabras. -Yo soy el guardián de la llave, y yo no soy otro que tú mismo dentro de algunos años...- terminó crípticamente el anciano.
Al otro día el viajero partió nuevamente hacia el desierto. En su interior estaba grabada la imagen de la llave y la mirada de aquel extraño hombre. Si ese hombre era él mismo, no había de qué preocuparse, sólo debía encontrar la calma para poder comprenderlo...

lunes, 19 de mayo de 2014

Tai Chi Chuan - "El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático" (18va parte)

por Damián


Tai Chi Chuan

El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático
(18va parte)
 
Encontrar Al Tigre

En el camino de ascenso al infinito, el guerrero va subiendo los peldaños de su propio ser interior. El primero de ellos es el dominio de su cuerpo físico, luego se enfrenta al trabajo sobre su energía, la cual se manifiesta particularmente en la respiración. El otro peldaño es el de sus emociones, luego debe entrar en los laberintos de su mente, para poder, finalmente acceder a la región espiritual.
El fuego es el símbolo de esta última etapa y el tigre es su animal arquetípico. La fuerza primordial de esta región es la voluntad, por lo cual, quien llegare a este nivel, deberá enfrentarse cara a cara con su propia voluntad.
Llega un momento en el camino de un guerrero, en donde el tigre de la voluntad sale a su encuentro para poner a prueba su temple. En este combate, inevitablemente saldrá victorioso el tigre. El único mérito del guerrero es luchar, resistir, hasta que el tigre decida que es suficiente. Luego, si considera que es pertinente, el tigre dejará que el guerrero monte sobre su lomo y lo llevará a recorrer la selva, para que experimente cómo se vive la existencia desde esta perspectiva. Con el tiempo, el guerrero tendrá la facultad de transformarse él mismo en tigre, y poner a prueba a otros buscadores que se aventuren en los abismos del espíritu.
Así es como actúa el Tao sobre el guerrero. La voluntad individual siempre será algo ínfimo respecto de la voluntad del Tao. Sólo cuando el guerrero se alinea con la voluntad del Tao es que puede realizar los actos más osados y realizar en sí mismo las transformaciones más profundas.
Cada ser humano es poco menos que una ola que se alza y vuelve a hundirse en el mar del infinito. Los actos individuales sólo adquieren su verdadero sentido cuando se realizan conscientemente en sintonía con el Tao. Sólo de esta forma, la efímera manifestación de la voluntad individual, adquiere la dimensión eterna de la voluntad universal.

jueves, 17 de abril de 2014

Tai Chi Chuan - "El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático" (17ma parte)

por Damián

Tai Chi Chuan  
El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático
 
(17ma parte)
 
Recoger El Fruto


Recoger el fruto

Todo tiene su tiempo.

Tiempo de nacer,

tiempo de crecer,

y tiempo de partir.

El fruto maduro es el alimento del taoísta.

Ni antes, ni después.

Hay un instante en el que el corazón se abre.

Saber cuando, es el secreto de este arte.
 
 
 

martes, 25 de marzo de 2014

Tai Chi Chuan - "El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático" (16ta parte)

por Damián

Tai Chi Chuan  
El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático
 
(16ta parte)
 
Vaciar La Vasija
 
 
Se quedo allí mirando a la grulla.
Sus ojos estaban embrujados por la belleza de aquella ave solitaria.
Por un instante sintió que todo el universo estaba en ella. Una sensación de plenitud lo embargó y tuvo la certeza de haber llegado al fin del camino.
Se dispuso a acercarse lentamente, pero  sin darle tiempo a dar siquiera un paso, el ave emprendió el vuelo y se perdió entre las montañas...
Esto no puede ser real, pensaba.
La plenitud anterior se había derrumbado como un castillo de naipes y en su lugar una sensación de abandono se apoderó de él. No puede ser, era el único pensamiento que tenía en su mente. Pero eso era real y él estaba allí, solo en medio de las montañas. Todo estaba tan tranquilo que inspiraba terror, y el silencio que poco a poco se fue esparciendo por todos lados comenzaba a oírse como un corazón en reposo.
Sin pensarlo caminó hasta la caverna de hielo y adentro se encontró con una gran vasija de cerámica llena de agua. Al pie de la vasija había un pozo de agua cuyo fondo se perdía en la oscuridad.
Tomó una pequeña roca y la arrojó. Era muy profundo porque su sonido apenas se oyó luego de varios segundos. Todo era incertidumbre.
La vasija estaba allí y quiso saber su peso. Se acercó y la levantó. Era pesada, pero la sostuvo. Caminó hasta el pozo y vació su contenido en el fondo. Luego se quedó en silencio sentado, contemplando la vasija vacía. Y de pronto, como si un relámpago lo hubiera iluminado, supo claramente qué era lo que estaba ocurriendo: la vasija era él mismo, y el agua la manifestación universal...
 
 

domingo, 23 de febrero de 2014

Tai Chi Chuan - "El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático" (15ta parte)

por Damián

Tai Chi Chuan  
El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático
 
(15ta parte)
 
Nubes
 
El camino de la serpiente lo llevó hasta la cima de la montaña nuevamente. ¿Cuántas cumbres habría que escalar para alcanzar la verdad? En realidad no sabía dónde estaba porque de pronto el paisaje se llenó de nubes, primero debajo de él, como una especie de mar que luego fue avanzando hasta cubrirlo todo. En vano intentaba disiparla con sus manos, siempre regresaba esa niebla tan blanca como espesa para sumirlo en un océano inmaculado. Ni siquiera alcanzaba a verse los pies. ¿Dónde estaba? ¿Estaría al borde del abismo? ¿Caería de un instante a otro en el vacío? Como en una especie de noche blanca, caminó interminablemente hasta sentir que se elevaba, que sus pies no tocaban el suelo y ante sí las nubes comenzaban a ceder... Entonces, como una aparición majestuosa, tuvo ante sus ojos el paisaje de una laguna, y en el centro una grulla sostenida sobre una pata mirando hacia una caverna de hielo, con una tranquilidad que hubiera destruido cualquier pensamiento.
 
 

miércoles, 29 de enero de 2014

Tai Chi Chuan - "El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático" (14ta parte)

por Damián

Tai Chi Chuan 

El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático
 
(14ta parte)
 
La Serpiente Despliega Su Lengua
 
No tiene sentido, pensaba el viajero para sí. Ya no tiene sentido que este siervo siga aquí conmigo. Son demasiados los peligros. Si bien yo soy él y él soy yo, sé con claridad que somos distintos, aunque nos necesitemos el uno al otro. Jamás podré explicárselo con claridad, y aunque encuentre la forma sé que no me entendería.
El otro estaba al pie de un risco mirando el lejano río, como un hilo de agua tan sólo se veía desde tan gran altura.
No se hablaban, simplemente descansaban ya lejos del peligro. Ante sí había dos caminos, uno llevaba al pueblo y el otro a alguna parte.
¿Quién soy yo para sacarlo así de su vida y hacerlo mi esclavo? Seguía pensando el viajero. Busco la libertad y esclavizo a otros... no tiene sentido. A decir verdad lo único que me importa es encontrar mi verdadero origen, sólo así podré conocer mi verdadero destino. A él en cambio sólo le interesa comer bien los fines de semana en compañía de su familia y sus amigos ¿Y quién soy yo para impedírselo? Lo único que busco es tranquilidad, independencia, libertad, realidad...
De pronto un ruido se escuchó entre los arbustos del camino hacia lo desconocido, un sonido sibilante se deslizó en los oídos de ambos. Una gran serpiente apareció y se quedó observándolos. Sus hipnóticos ojos los hechizaron completamente y la serpiente podría haberles quitado la vida de haberlo deseado. Pero no fue así. Mutó su influjo y tomó el camino.
El viajero y el sirviente se miraron. Entonces el sirviente, tan sólo con su mirada le dijo: Hasta aquí llegué. No sé que buscas ni me interesa. Pero este no es mi lugar. Es muy peligroso, no estoy preparado, me aburro, no entiendo, me pierdo. Donde tú ves algo maravilloso yo no veo nada, donde tú encuentras sentido, yo encuentro sólo un absurdo. Regreso a continuar con mi vida, que ya no será igual. No todos los días me encuentro a mi mismo en otra persona. Si me necesitas sé que me encontrarás, y también sé que haré lo que digas... aunque no lo entienda.
Entonces se marchó por el camino del pueblo. El viajero lo miró y sin demora se marchó por el otro camino, tras la serpiente. La señal era clara, en ella estaba el conocimiento que tanto deseaba encontrar. Y debía ir solo. El camino que llevaba a alguna parte era su destino.

 

lunes, 23 de diciembre de 2013

Tai Chi Chuan - "El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático" (13ra parte)

por Damián

Tai Chi Chuan 

El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático
 
(13ra parte)
 
Abanicar La Espalda
 
"El peligro pasó, El viajero y su ayudante continúan viaje por la montaña. El viajero recuerda que una vez vio un tigre corriendo por el filo de una roca, y dejó ver en su carrera una caverna misteriosa. Ese es su objetivo. El pobre ayudante sigue su camino, asustado y dubitativo. Hasta que de pronto un extraño viento se levanta. Su fuerza es inusitada. Parece una brisa, pero sin embargo amenaza con tirarlos al vacío. El ayudante se aferra a una roca mientras que el viajero se coloca al borde del abismo porque presiente que detrás de aquella inocente brisa hay algo más. Sin hacerse esperar, una mano se coloca en su espalda, justo entre los omóplatos. Una mano que podría arrojarlo al vacío. Al menor movimiento la mano presiona aún más y el peligro es más real. El viajero no sabe quién es, porque, hasta donde puede ver, no hay nadie detrás de él. Sólo la mano. El viajero se queda quieto y la mano luego de unos minutos se va.
El sol brilla, la nubes corren, la montaña observa, y el viajero sabe que ya no son solamente dos en este viaje."
 
 

martes, 26 de noviembre de 2013

Tai Chi Chuan - "El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático" (12da parte)

por Damián

Tai Chi Chuan 

El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático
 
(12da parte)
 
Rechazar Al Mono
 
La montaña se abre, misteriosa y virgen. Los caminantes van sin prisa ni pausa. No conversan. El sirviente recuerda su aldea, su familia y sus amigos. No comprende. Pero tampoco puede dejar de seguir al viajero que es él mismo, pero diferente.
-Somos el mismo ser, le dijo el viajero, pero nadie más que tú puede verme.
¿Cómo pueden dos seres ser uno solo?
No comprende y camina en silencio. Preferiría estar sentado en su sillón descansando, pero en el fondo sabe que este viaje es necesario.
El viajero mira la cima de las montañas, como buscando su próximo destino. Tampoco entiende, pero ya ha dejado de hacer preguntas. Sólo avanza hacia donde su intuición lo guía.
De pronto, algo se mueve entre los árboles. Primero un imperceptible ruido y luego otro más, ya no tan imperceptible. Son monos. Grandes y pequeños agitándose entre el follaje. Algunos mansos y otros salvajes. Los más feroces se acercan a los viajeros agitando en el aire fémures y tibias humanas de antiguas víctimas. El pensamiento no tiene sentido, y en un segundo se libra una oscura batalla donde los monos forman una cúpula viva sobre los dos hombres.
Todo es confusión y ruidos cacofónicos. Hasta que de pronto, como tirados por un hilo invisible, el viajero y el sirviente se elevan por sobre la siniestra trampa y se pierden en el cielo diáfano.
Abajo quedan los monos, peleándose entre ellos. Arriba en el espacio infinito todo es paz.
 
 

martes, 22 de octubre de 2013

Tai Chi Chuan - "El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático" (11ra parte)

por Damián

Tai Chi Chuan 

El Tai Chi Chuan Como Drama Iniciático
 
(11ra parte)
 
Abrazar Al Tigre Y Volver A La Montaña
 
El viajero ha tomado un camino oscuro dentro del gran castillo, es un largo pasillo con un punto de luz al final. Lleva en su mano la llave de plata, que abre el portal de la Luna. Sus pasos retumban en la soledad y tiene tiempo para pensar y escuchar sus pasos.
El pasillo desemboca en el mercado de la ciudad. Allí puede ver a sus amigos, o debería  decir a sus antiguos amigos. También ve a su familia, sus padres, hermanos, esposa e hijos... todo le parece lejano. Hace mucho tiempo que partió, meses, ¿años quizás? Cuando partió no había pensado en regresar, y si hubiera podido elegir quizás no lo habría hecho. Pero el destino lo había guiado hasta aquí nuevamente, a su tierra de origen, o al menos al lugar desde donde partió. Las dudas son muchas. Solo hay una certeza.
Camina un poco más, y su esposa se acerca a él... pero para su sorpresa no lo reconoce y pasa de largo. Su familia tampoco lo reconoce cuando él los mira. No lleva el rostro cubierto, pero hay algo que lo hace... invisible, irreconocible. Sus antiguos amigos están jugando a los dados en el bar. Por puro placer se acerca a observar de cerca la partida, sabe que no lo reconocerán.
Mira a su alrededor, la ciudad alienada en sus ocupaciones, todos corriendo detrás de algo que no saben bien qué es, yendo de aquí para allá cargados de ocupaciones y preocupaciones, ahogados por los mismos problemas de siempre, caminando en círculos sin cruzar jamás el límite de la ciudad.
Y también se ve a él mismo caminando en círculos y yendo de aquí para allá, ocupado y preocupado. La visión lo intriga. Es más bien una sombra de sí mismo. Cuando está solo se acerca y lo mira ¿lo reconocerá? ¿se reconocerá a si mismo en su rostro?
El infeliz mira al viajero y queda atónito, asustado, paralizado. Sus ojos se abren enormemente. No hay palabras, no hacen falta. El viajero le hace una señal de que lo siga. “A partir de ahora serás mi sirviente” le dice al infeliz. No hay nada más que decir. “junta lo que te haga falta y ven a este mismo lugar.... partiremos esta misma noche” “¿adónde?” responde tímidamente la sombra “No lo sé” responde el viajero “Tal vez volvamos a la montaña” “no puedo ir” dice la sombra “Tengo una familia, un trabajo, una vida aquí... no quiero ir” “No te lo he preguntado” respondió el viajero “Te lo he ordenado. Sabes bien que tú tan solo eres una sombra sin mí, y que por primera vez en tu vida te sientes realmente vivo. Sabes que todo esto a lo que tú llamas vida es tan solo un simulacro de vida, una parodia mal escrita... No tengo que darte explicaciones. Junta todo lo que te haga falta y ven, no será mucho tiempo...”
El viajero y su sombra salieron de la ciudad rumbo a la montaña. Allí los espera el tigre para atacarlos y probar su valor.
 
 

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