Soplan Vientos De Cambio...


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miércoles, 20 de febrero de 2013

Cuento: "Atrapado En La Lluvia"

por Azrael

Atrapado En La Lluvia


 Capítulo VI

Salió de su casa con el angelito en sus manos, y empezó a caminar. Estaba atrapado en la lluvia, pero no le importaba. No tenía paraguas, pero no le importaba. Se paró al lado de la disquería, pensó un rato y entró. Intercambió unas palabras con el dueño de la disquería y salió. La lluvia seguía cayendo, pero no le importaba. El sonido de una canción de R.Kelly llenó el aire:
 "I used to think that I could not go on
And life was nothing but an awful song
But now I know the meaning of true love
I'm leaning on the everlasting arms

If I can see it, then I can do it
If I just believe it, there's nothing to it

I believe I can fly
I believe I can touch the sky
I think about it every night and day
Spread my wings and fly away
I believe I can soar
I see me running through that open door
I believe I can fly
I believe I can fly
(Oh) I believe I can fly

See I was on the verge of breaking down
Sometimes the silence can seem so loud
There are miracles in life I must achieve
But first I know it starts inside of me
Could I believe in it?"
"Solía pensar que no podía seguir
Y que la vida no era más que una horrible canción
Pero ahora sé el significado del amor verdadero
Estoy recostándome en brazos eternos

Si puedo verlo, entonces puedo hacerlo
Si tan sólo creo en eso, no hay nada en contra

Creo en que puedo volar
Creo en que puedo tocar el cielo
Pienso en eso todos los días y las noches
Extiendo mis alas y vuelo
Creo en que puedo planear
Me veo corriendo a través de esa puerta abierta
Creo en que puedo volar
Creo en que puedo volar
Creo en que puedo volar

Yo estaba a punto de quebrarme
A veces el silencio puede parecer tan ruidoso...
Hay milagros en la vida a los que debo llegar
Pero primero sé que todo empieza dentro de mí
¿Podría creer en eso?"


Y, bajo la fuerte lluvia, gritó:
—¡¡¡Sí, creo en los ángeles, sí que creo en los ángeles!!!
La gente lo miraba como si fuera un loco, un desquiciado, pero a él no le importaba.
FIN

 

jueves, 10 de enero de 2013

Cuento: "Atrapado En La Lluvia"

por Azrael

Atrapado En La Lluvia
 Capítulo V
 
Cuando él se despertó, no vio a Romina ahí. Se levantó y la buscó por toda la casa, pero no pudo encontrarla. No podía creer que se hubiese ido sin despedirse, después de la noche tan especial que habían pasado juntos. Se bañó y fue a su pieza, lleno de tristeza, casi con lágrimas en los ojos. Volvió a poner el mismo CD de Sinatra, pero en modo “Al Azar”, para escuchar las pistas en cualquier orden. La música empezó a sonar:
“Come fly with me, let’s fly, let’s fly away...” (“Vení, volá conmigo, volemos, volemos lejos…”)
Y entonces sucedió. Se vistió tan rápido como pudo y corrió al bar donde se habían encontrado ayer. El barman era el mismo.
—Discúlpeme, señor; ¿se acuerda de la mujer que estuvo ayer acá conmigo?
—Ah, sí. Una mujer realmente linda. Sí, me acuerdo.
— ¿La ha vuelto a ver? ¿Vino por acá, de casualidad?
—Me apena tener que decirle que no la he visto.
—Ah, bueno, perdóneme...
Salió del bar aún más triste que antes. El cielo estaba gris y con nubes negras. Estaba pasando por la disquería, cuando sonó una canción de YES:
“Take me home…make me clear…it feels so much better…take me home…to this heart of hearts…”
“When I hear the sadness of this earth time…then I take a deep breath…and I know that you understand…that you understand…”
(“Llevame a casa...aclarame...se siente mucho mejor así...llevame a casa...a este corazón de corazones...”
“Cuando oigo la tristeza de este tiempo en la Tierra...entonces respiro profundo...y sé que vos entendés...que vos entendés...”)
Volvió a sentir la misma sensación por todo su cuerpo. Fue a su casa lo más rápido que pudo. Cuando entró a su pieza, vio algo en la cómoda: era un angelito  sosteniendo un arpa. Eso no estaba ahí antes. Al lado había una nota. Él la leyó:
“Gracias por lo de ayer. Gracias por ayudarme a disfrutar mi único día aquí abajo. Te voy a estar esperando. Pero no te apures. Adiós. Creé en mí...”
Una lágrima corrió por su mejilla, pero estaba feliz. Ahora entendía todo.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Cuento: "Atrapado En La Lluvia"

por Azrael

Atrapado En La Lluvia
 Capítulo IV
 
 
Cuando entró al bar, eran las ocho y cuarto, pero ella ya estaba ahí. Víctor no podía creer lo que veían sus ojos: ella tenía puesto un vestido blanco y celeste, y su cabello rubio estaba peinado tan finamente...sus labios eran tan suaves (por lo menos, él pensaba eso) que dijo:
—Sos un ángel en serio...
Caminó rumbo a la mesa donde ella estaba, y le dijo:
—Hola, Romina. No creí que vinieras.
—No quería perderme esto. Es el mejor momento de mi vida...sí, de mi vida.
Y empezaron a hablar y hablar...Estaban tan felices de estar ahí, uno en frente del otro, que Víctor pensó, en sus adentros:
“Esto debe ser el cielo...es demasiado maravilloso para ser real.”
Después de más o menos una hora, él le preguntó:
— ¿Dónde vivís? Puedo ir con vos a tu casa, si querés.
Romina lo miró fijo, como si no estuviera pensando en otra cosa que en él. Luego miró hacia arriba un rato y dijo:
—Tengo una idea mejor: ¿por qué no vamos a tu casa?
Víctor no podía creer lo que estaba escuchando. ¡Ella lo estaba pidiendo!
—Ok, Romina. Vamos. Pero, primero, dejame pagar todo esto...
— ¡No digas pavadas! Yo lo voy a hacer. Y no trates de convencerme de que no lo haga. ¿Querés que me enoje?
— ¡No, no! ¡Hacé lo que quieras! Este es un lugar celestial, pensado para ángeles como vos....y no me gustaría que la paz de este lugar se quebrase...
—Bueno, entonces callate y vayamos a tu casa.
—Sí, querida...
— ¡No me digas “querida”!
—Sí, mi ángel...
—Ahí está mejor.
Esa noche no fue como ninguna de la vida de Víctor. Estaba llena de magia por todos lados; todo era perfecto.
—Me pregunto cuánto me debía el destino...
— ¿Por qué?
—Porque me pagó con vos...
— ¡Sos tan dulce!
—Romina, me siento en el cielo...estás a mi lado y siento que estoy bailando sobre una nube con vos...
—Entonces disfrutalo. Simplemente disfrutalo, como lo estoy disfrutando yo.
—Seguro, mi vida...
 
 

martes, 23 de octubre de 2012

Cuento: "Atrapado En La Lluvia"

por Azrael

Atrapado En La Lluvia
 Capítulo III

Cuando entró al bar, eran las ocho y cuarto, pero ella ya estaba ahí. Víctor no podía creer lo que veían sus ojos: ella tenía puesto un vestido blanco y celeste, y su cabello rubio estaba peinado tan finamente...sus labios eran tan suaves (por lo menos, él pensaba eso) que dijo:
—Sos un ángel en serio...
Caminó rumbo a la mesa donde ella estaba, y le dijo:
—Hola, Romina. No creí que vinieras.
—No quería perderme esto. Es el mejor momento de mi vida...sí, de mi vida.
Y empezaron a hablar y hablar...Estaban tan felices de estar ahí, uno en frente del otro, que Víctor pensó, en sus adentros:
“Esto debe ser el cielo...es demasiado maravilloso para ser real.”
Después de más o menos una hora, él le preguntó:
— ¿Dónde vivís? Puedo ir con vos a tu casa, si querés.
Romina lo miró fijo, como si no estuviera pensando en otra cosa que en él. Luego miró hacia arriba un rato y dijo:
—Tengo una idea mejor: ¿por qué no vamos a tu casa?
Víctor no podía creer lo que estaba escuchando. ¡Ella lo estaba pidiendo!
—Ok, Romina. Vamos. Pero, primero, dejame pagar todo esto...
— ¡No digas pavadas! Yo lo voy a hacer. Y no trates de convencerme de que no lo haga. ¿Querés que me eno-je?
— ¡No, no! ¡Hacé lo que quieras! Este es un lugar celestial, pensado para ángeles como vos....y no me gustaría que la paz de este lugar se quebrase...
—Bueno, entonces callate y vayamos a tu casa.
—Sí, querida...
— ¡No me digas “querida”!
—Sí, mi ángel...
—Ahí está mejor.
Esa noche no fue como ninguna de la vida de Víctor. Estaba llena de magia por todos lados; todo era perfecto.
—Me pregunto cuánto me debía el destino...
— ¿Por qué?
—Porque me pagó con vos...
— ¡Sos tan dulce!
—Romina, me siento en el cielo...estás a mi lado y siento que estoy bailando sobre una nube con vos...
—Entonces disfrutalo. Simplemente disfrutalo, como lo estoy disfrutando yo.
—Seguro, mi vida...
 


jueves, 27 de septiembre de 2012

Cuento: "Atrapado En La Lluvia"

por Azrael

Atrapado En La Lluvia
Capítulo II

Las horas pasaban y no sucedía nada. Se estaba preguntando qué había hecho mal cuando sonó el teléfono. Corrió a atender, casi cayéndose en su carrera.
— ¡Hola!
—Hola. Buenas tardes, ¿está Víctor en casa?
—Sí, soy yo. ¿Cómo estás, ángel caído del cielo?
— ¿Cómo supiste que era yo?
—Es fácil. La voz de un ángel es única como un diamante entre rocas.  Pero decime tu nombre; todavía no lo sé.
— ¿De verdad importa...?
Víctor se sintió muy sorprendido. Esto era algo que no esperaba.
—Claro que importa. ¿Cómo te sentirías si yo te dijera siempre “vos” en vez de llamarte por tu nombre?
—La verdad, no me importaría...
— ¿Vos escuchás lo que estás diciendo? No es lógico. Cada ser humano tiene un nombre, así que vos debés tener uno. Por favor, decímelo, ¿sí?
—OK. Mi nombre es...
El silencio llenaba el aire. Víctor podía oír sus propios pensamientos.
— ¿Sí?
—Romina. Sí, ese es mi nombre: Romina.
— ¡Al fin! Bueno, Romina, ahora que me llamaste, me gustaría preguntarte algo.
— ¿Qué cosa?
— ¿Querés salir conmigo? Vos sabés, nada formal...
—Suena interesante...Bueno, acepto. Esta noche en el bar “Todopoderoso”. Voy a estar ahí a las nueve.
—OK, te voy a estar esperando. No llegues tarde.
—No. No me perdería ese momento por nada.
—Listo. Nos vemos.
Víctor no podía creerlo. ¡Había aceptado salir con él! ¡La chica con la que siempre había soñado, un hermoso ángel disfrazado, lo había llamado! Casi tocaba el cielo con las manos de la alegría. Fue a su pieza y puso un CD de Frank Sinatra en el minicomponente.
“I’ve got you...under my skin...” (“Te llevo…bajo mi piel…”)
De repente, escuchó la canción siguiente:
“Come fly with me, let’s fly, let’s fly away...” (“Vení, volá conmigo, volemos, volemos lejos…”)
Sintió una extraña sensación por todo su cuerpo, como si alguien estuviera ahí en su pieza. Miró el reloj: eran las seis y media y el bar “Todopoderoso” estaba un poco lejos de su casa. Él nunca había estado ahí, porque era un lugar muy suntuoso y una simple taza de café podía liquidar una billetera si no se estaba preparado. Pero era un lugar muy hermoso para sentarse y charlar un rato largo. Víctor nunca creyó que alguna vez estaría ahí...y tuvo que darse una ducha y apurarse porque quería llegar ahí antes que Romina.
 
 

miércoles, 29 de agosto de 2012

Cuento: "Atrapado En La Lluvia"

por Azrael

Atrapado En La Lluvia

Capítulo I 
 
Ese día había sido como todos los otros: el mismo sol, el mismo calor y el mismo trabajo rutinario. Él estaba harto de todo eso. Quería algo nuevo en su vida, algo que lo saque de la monotonía. En eso estaba pensando cuando, de repente, su salvación celestial cruzó la calle, por casualidad. “Si esta chica es la salvación, quiero estar en problemas ahora mismo”, pensó, y enfiló hacia ese hermoso ángel que había caído del cielo.
—Discúlpeme, señorita, ¿qué hora es?
—Es la una y media.
—Muchas gracias. ¿Puedo hacerle una pregunta, si no le molesta?
—Sí, por supuesto que puede.
—Bueno, sólo quiero saber si hay feriado en el cielo...
— ¿Por qué?
—Porque un ángel ha bajado del cielo, y está justo en frente mío ahora...
Al oír aquel piropo seductor, ella se sonrojó y le sonrió.
—Mirá, ya me tengo que ir. No sé...
—Esperá, por favor; no te vayas, tomá esto.
Él sacó su billetera y la abrió.
— ¿Quién te creés que soy? ¡No te equivoques conmigo!
Sacó un tarjeta de presentación de su billetera y se la dio a ella, mirándola como suplicando su sonrisa y aceptación.
—Disculpame por molestarte. Dejame ser tu guía acá en la Tierra. Además, tengo otra cosa que decir, si querés escucharla.
—Quizás...
—Dicen que los ángeles no tienen espalda, ¡pero qué hermosa cara tienen!
— ¡Muchas gracias...!
—Antes de irme, decime si vas a llamarme...
—Si el buen Señor así lo quiere, lo haré...
—Estás de vacaciones. Llamame hoy...
—Quizás...
Ella se fue caminando; su cabello rubio se movía con la suave brisa. El corazón de él estaba latiendo como si hoy fuese el día del Juicio Final.
— ¡Sí, existen! ¡Los he visto! ¡He hablado con un ángel!
Se fue a casa, esperando que el teléfono estuviera sonando cuando abriese la puerta.

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