Soplan Vientos De Cambio...


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sábado, 4 de junio de 2022

Voces Del Interior

Texto e imagen por Adriano Ventura

Azul Invernal

Azul, piensa en azul. Fresco radiante de una mañana invernal. Brilla el sol..., reminiscencias de todo eso que aún puede ser. Intransigente porvenir de aquel destino decretado, Buscas, caminas..., vienes aquí a morir... a morir y renacer una vez más a tu nueva vida..., como la explosión de vida que toda primavera implica..., vive, sueña... ríe, llora, ama... eso al final es lo único que puede salvarnos cada día del desastre... sabrás, podrás, en tu eterno sosiego apreciar el valor de todo aquello que supiste conseguir... ganarás esta batalla... porque eres la estrella que guía y este es el templo del sol donde ella vive... y tú siempre lo supiste. Ven, vuelve..., corazón que late ardiente e irreverente como las olas que estallan furiosas aquí en la playa..., ven, ama una vez más..., la arena está caliente y allí, en el inmenso azul, las ballenas cantan su milenaria canción, esa que habla de mundos pasados y de futuros brillantes, inciertos, más allá de la niebla de tiempo y la fantasía..., de la dicha y el dolor... ¿Crees que alguien podrá comprender cada palabra? Tal vez sí..., tal vez no..., sé que ellos al leer harán su propio camino y estás semillas germinarán de acuerdo al terreno que encuentren..., en algunos casos serán inmensos bosques... en otros bellas flores... todo dependerá de ellos ahora... la puerta se ha abierto y la luz ya puedes ver... gran azul del infinito porvenir..., brillante zafiro de tiempo que se revela bello en la corona de la madre del mar...






miércoles, 29 de septiembre de 2021

Voces Del Interior

Textos e imágenes por Adriano Ventura

"La colina de los vientos"

Yo aún creo en la magia, nunca dejé de creer en ella y en que todo es posible. Y ciertamente, hay lugares cargados de magia, pero hay que ser capaz de creer y estar dispuesto a abrir el corazón para sentirla. Uno de esos lugares, donde más he sentido esa magia, es en la colina de los vientos, tal es el nombre que yo le di. ¿Dónde está? No tiene importancia. Es mía y todos tenemos nuestros lugares particulares, guardados en lo más profundo de nuestro corazón. La colina de los vientos es uno de los míos. Un promontorio cubierto de hierba, azotado por los vientos del océano atlántico. En los días invernales, el viento y el rugido del mar son el único sonido en la colina de los vientos. Y allí permanezco, sintiendo la fuerza del viento y del mar. Sintiendo la magia fluir. Porque el viento y el mar nos hablan, si estamos dispuestos a escuchar. Allí, donde el viento frío del sur azota mi rostro, no soy el mismo. Algo cambia en mi interior. Siento un llamado. Y allí el silencio adquiere una cualidad maravillosa. Es el silencio que hace pensar y que da vida a mis más grandes sueños... Soy todo lo que debo ser. Y mi viaje recién comienza, pero yo se encontrar el lugar donde los sueños nacen. Allí, entre borrascas y tempestades, de cara al gélido viento del sur, mi alma se templa, como el filo de la espada. Iré allí donde nadie más se atreva. Forjaré mi camino.















"Viajero del azul zafiro"
 
Camino temprano en la mañana, a paso lento pero seguro... a esa hora en que el sol comienza a dar sus primeras caricias sobre mi piel. Resuenan mis pasos por la vereda y voy sin prisa, deteniéndome cada tanto a absorber lo que me rodea con cada sentido. Mis ojos se llenan con aquel azul zafiro del mar inmenso... siento el aroma a yodo y a hierba fresca de la mañana... esta pareja de teros me saluda en esa esquina azotada por los vientos. Tal vez vea alguna ballena hoy retozando bajo el sol como yo, como los teros, como todo aquel que se aventure a salir a esa hora mágica en que todo parece posible. Siento el fluir de la vida, intensa, en cada color, en cada aroma y en cada sonido... y ya no camino, el viento me lleva y yo me dejo llevar... soy uno más con él y es todo lo que está bien en este mundo y así es como debe ser, hoy y siempre.
En el límpido silencio de la mañana, decido el camino a seguir. Soy el viajero de mil caminos y soy el caminante de zapatos viejos y raídos de tanto caminar. Respira, admira, todo el horizonte ante ti. Observa, se abre como un abanico lleno de posibilidades. Si han llegado hasta aquí, a ese preciso momento en que el cristal de la memoria refulge con mil destellos, entonces somos hermanos y compañeros de viaje. Todo está guardado ahí, como un cofre de joyas... y cada uno puede tomar aquella que más alegre su corazón. Mañanas frescas, con sabor a mar, a café caliente y medialunas... esas mañanas que siempre quise regalarte... no importa donde vaya, sé que mi corazón contigo siempre estará.





miércoles, 28 de octubre de 2020

Voces Del Interior

 Texto e Imágenes por A. Ventura

El camino dorado

¿Te acordás de aquellas tardes? Volvías caminando por la arena a esa hora en que el sol ya no quema, pero acaricia tu piel como el beso de tu madre cuando eras un niño. Regresabas a casa a esa hora en que la arena se torna dorada, como si fuera realmente de oro. Volvías con tus brazos cansados de tanto nadar en el mar esmeralda, con las piernas doloridas del esfuerzo que implica recorrer ese camino dorado... Y a veces... Solo te echabas allí donde la curva delicada de la bahía te permitía contemplar el sol de verano ocultándose tras la ciudad... Y así, recostado allí... Dormitabas soñando sueños nuevos mientras esa brisa de verano te daba todo lo perfecto de este mundo. Y no existía el miedo a perder. No existía un más allá, solo ese momento de gracia divina congelado en el cofre de tu memoria... Y casi podías sentir la vida recorriendo tus venas. En cada suspiro en cada latido... Y alguna vez... Una lágrima corrió por tu mejilla bronceada agradeciendo ese pedacito de eternidad que a pocos mortales se les permite alcanzar alguna vez. En ese camino dorado te convertiste en el hombre que eres hoy... Con todos tus defectos y virtudes, tus pequeñeces y tu grandeza... Recuerda aquellas tardes, nunca las olvides... Por qué cuando encuentres algo que te de esa paz que todos buscamos debes aferrarte a ello y no olvidar dónde hallaste ese tesoro. Fui, soy, seré... Estoy. Y el mundo gira... Y hoy también fue un atardecer de esos que en mí jerga llamo gloriosos. Y yo no olvidó. Ni tú tampoco deberías hacerlo hijo de esta tierra.

 


Señora de mis sueños

Anoche soñé con vos. Y aun cuando al despertar ya no estabas igual fue bonito y no había tristeza ni melancolía. Tal vez los buenos momentos vividos nos dan un plus de alegría, aunque sepamos que nunca se van a volver a repetir. O tal vez por qué el recuerdo de tu sonrisa, de aquel último beso o de las largas charlas sean lo suficientemente dulces para perdurar en el tiempo, inmaculados en el brillante camafeo de mí memoria. Todo pasa. Todo cambia. Pero las sensaciones vividas perduran... Y nos hacen ser lo que somos. De alguna forma no son hechos muertos... La luz de tu mirada está más viva que nunca en algún rincón de mí alma humana... Ese donde todos los sueños nacen. Sos tarde de mí vida, amanecer de mis ilusiones y perdón de mis deseos más preciados. ¿En qué lugar está todo eso? No lo sé. Tal vez nunca lo sepa, sin embargo, el sentimiento guía mis dedos aun cuando viene de un lugar mucho más profundo y misterioso. Brilla ya una vez más el sol de enero, radiante, ardiente como aquel último beso. Viva todo lo que fue y ya no es. Viva todo lo que aún ha de ser y ninguna página escrita ha sido aún. Ganamos. Perdemos. Vivimos en el entresueño de los mundos del alma. Y pasa, cómo pasa todo lo mejor. Hoy es hoy y mañana veremos. Límpido resguardo de los corazones ardientes que han luchado, que han amado y que han sobrevivido para gozar nuevos amores. Eres eso y allí estás cómo siempre te soñé. Incólume en todo tu prístino esplendor. Y una vida de mil sobre la faz del ancho mundo se vive así... Cómo debe ser vivida cariño mío. Todo está en ti. Todo está en mí. Todo está en nosotros y en este sueño de verano.
 


lunes, 29 de junio de 2020

Voces Del Interior

por Adriano Ventura



Buen Día, Mi Amor 

Los dos sabemos que en algún momento de nuestras vidas, coincidiremos en este momento y en este lugar. Y entonces, el sol realmente saldrá en mí vida después de un largo invierno. De alguna forma, sé que el camino que nos llevará hacia ese instante se ha puesto en marcha. Los engranajes comienzan a moverse ya. En algún profundo rincón de mi alma, ese lugar adonde nadie llega, tu nombre ya ha sido escrito. Todo lo que hemos hecho y vivido hasta ahora vos y yo, nos conducirá tarde o temprano a ese encuentro, ese sagrado momento en que tu ser encuentre paz y descanso entre mis brazos. Esa paz que llevas tanto tiempo buscando. Sé que ya comenzaste a sentir la magia. Es poderosa y misteriosa... Dulce y bella como este amanecer. Yo la siento, aun cuando quererte ya tan pronto parezca una locura... ¿Pero no es eso acaso lo que realmente suele parecer el verdadero amor? Ese amor que está destinado a inscribirse en las páginas de la historia y convertirse en leyenda. Sé que más tarde, cuando leas estas palabras, también comprenderás que algo se ha puesto en marcha dentro tuyo, aun cuando ni siquiera imagines que estas palabras son para vos. En algún rincón de tu alma, ese al que nadie puede llegar, ya lo sabes claro... tu mente aún no desde luego... Pero sé que esa dulce convicción... Te llevará a sonreír al leer estas palabras. Y latirá tu corazón... Sabiendo que eres su única dueña y destinataria, porque nunca te dijeron algo así... Pero a fin de cuentas esto no es lo importante. Después de todo no son más que palabras. Lo esencial es todo eso que no podemos decirnos con palabras. Esa chispa que ya ha encendido y crece día a día. Aún faltan varios amaneceres para que nuestro momento llegue, pero lo esperamos, con esa ansiedad que sólo precede a las cosas más lindas de esta vida, como ciertamente será ese instante en que yo me quede embelesado observando tu rostro coloreado por la luz del amanecer, mientras la brisa suave aparte un mechón de cabello de tu frente. Ese será el momento en que nuestros labios por fin se unan, bajo la promesa de un nuevo día y de todos los que han de venir. Te quiero, te adoro... Y aún no lo imaginas... aunque ya lo sepas. Hasta mañana mí amor... Que hoy sea un buen día para vos. Y recuerda... Ya pronto será todo aquello que debe ser, cómo debe ser. Sonríes mientras lees estas palabras y yo no puedo aún ver esa sonrisa, pero sé que cuando lo haga será el momento de entregarte todo lo que soy y que vos vas a reclamar, como una reina debe clamar por su trono.



La Hora De Las Gaviotas

Me gusta bajar a la playa al atardecer, cuando queda poca gente. Es la hora de las gaviotas. Y también la mía. Cuando el sol da sus últimos suspiros y las sombras comienzan a alargarse. Tal vez porque en estos momentos, acompañado sólo por el tronar de las olas, puedo concentrarme mejor, bucear en las profundidades de mi mente y de mí alma. Y en estos momentos tal vez escribir se vuelve una necesidad. Lo hago para mí mismo. No importa si alguien lo lee o no. Yo necesito poner los pensamientos en palabras... Simples, humildes, sencillas palabras. Un testimonio de mí presencia en este aquí y ahora, frente a esta titánica inmensidad del Atlántico. Hombres, mujeres, niños, ancianos, todos necesitamos de esto de vez en cuando. Este es mí momento... Sólo mío y nadie puede quitármelo. El momento de conectarme con el espejo del alma. Y debemos tener valor para mirar ese espejo. Mucho valor. No siempre lo que veremos allí será agradable. El cielo ya comienza a adquirir extrañas y maravillosas tonalidades. Pero aún no quiero irme, no sin ver la primer estrella... Ese primer mundo a eones de mí... Allí, quién sabe qué extraños y maravillosos seres elucubrarán pensamientos incomprensibles para nosotros. O tal vez parecidos. Escribo ahora sin pensar... Sólo dejó que mi mente se conecte con mis dedos. He bajado las barreras de la propia autocensura. Esa odiosa carcelera que nos dice todo el tiempo que no podemos decir tal o cual cosa. Seguramente estos párrafos no dicen algo relevante para la mayoría de las personas salvo para mí. Estoy seguro incluso de que la mayoría abandonó la tarea de leer antes del quinto renglón. Y difícilmente alguno haya llegado hasta aquí, en este viaje literario conmigo. Si así fue espero que de algún modo hayas disfrutado estás palabras y tal vez incluso las hayas apropiado, dotándolas de tu propio sentido. Seas quien seas, estés donde estés, creas en lo que creas, feliz día. Espero hayas podido disfrutarlo, solo o en compañía de tu alma. Es una compañera mucho más habladora de lo que piensan ¿verdad? El mar ya cambió de color... Es de un verde grisáceo ahora... Una pincelada de virtud en medio de esta gema, en medio de este tiempo y este lugar... Un grano de arena... Apenas un grano de arena en el transcurrir de la existencia. Viajo a través de las palabras, soy piloto de una nave que se mueve entre extrañas dimensiones. Algunas muy oscuras. Otras de cegadora luz. Pero aquí estoy ahora... Y este momento es mío. Ni pasado ni futuro... Sólo este segundo... Uno más... Y ya casi puedo ver aquello que con tanto afán espero. Nunca dejé de ver las estrellas después de todo. Ustedes no olviden hacerlo. Ustedes también están... Y perduran a A pesar de todo. Y eso, hijos de esta tierra, no es poco.




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