Tai Chi Chuan
Fluye el chi
invisible pero táctil.
Es blando como el agua,
caliente como el fuego,
firme como la tierra,
ligero como el viento,
elástico, como la madera virgen
de los bosques lejanos.
Fluye el chi
suave e inaudible,
va horadando la pétrea
coraza de la armadura
y la desarma.
Forja lentamente
la espada
y la desnuda.
La máscara cede
y el rostro inocente
empieza a vislumbrar
el sutil mundo de los astros,
los genios y los seres luminosos.
Los ojos del corazón
pueden por fin ver
el perfume del Tao…
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