Nota Biográfica
Wolfgang Amadeus Mozart
Wolfgang Amadeus Mozart
(parte 13 - final)
“Hemos llegado a la conclusión de esta extensa entrevista, por llamarla de una manera. Quisiera, que en este punto usted se explayara o tenga unas palabras finales sobre lo que usted considere necesario y oportuno en cuanto a música se refiere.”
“Antes de comenzar a hablar, quisiera agradecerle por esta oportunidad que usted me ha dado para dar mi opinión sobre tantos temas y para contar muchas cosas sobre mí y mi familia, muchas de ellas no sabidas ni descubiertas por los historiadores y musicólogos aún. Ahora sí, mis palabras.
Es mi sincero deseo para los habitantes del plano físico concreto de este globo, que si quieren disfrutar de la música, lo hagan sin tener su alma ni su espíritu cerrados a ningún género ni estilo.
Para aquellos que simplemente quieran escuchar música, mi sugerencia es que se relajen, que no estén llenos de energía negativa al permitir que las notas musicales entren por sus chakras. Deberían estar tranquilos y abiertos a esos sonidos.
Quienes, además, deseen ejecutar música, deberían, como sugerencia adicional, interpretar el pentagrama como una unidad en sí misma, descifrando su significado esencial, para así poder estar a la par de la composición que estén interpretando. Deberían ser uno con la obra y no ser dos seres distintos. ¡Vayan de la mano con la música, no peleándose con ella! ¡Ustedes son responsables de que quien los escuche, se deleite con esas notas que un compositor alguna vez legó a los seres de este globo o, por el contrario, se disguste o hasta se espante por su interpretación!
Quienes, además, deseen dirigir un grupo de músicos, deberían, adicionalmente, intentar por todos los medios lícitos que cada músico sea un componente esencial, inseparable y sustancial de ese grupo y que cada uno de ellos conforme, en conjunto, una unidad que sea mucho, pero mucho más que la suma de las partes. El sentido que cada uno de los músicos construye, aporta a toda la unidad un sentido general, único e irrepetible en cada pentagrama, en cada compás, en cada movimiento, y en cada composición. ¡Que nada de eso se desvirtúe!
Y, finalmente, para los solistas vocales e instrumentales, tengo un único pedido, que, espero, sea comprendido y llevado a cabo: ¡que la música sea la estrella del espectáculo! Sobran las palabras…”
“Gracias, Sr. Mozart, ha sido usted muy amable y ha sido un honor para mí haber podido hablar con usted.”
“¡El gusto ha sido mío, amigo! Y recuerde… Los hombres y mujeres pasarán, pero la MÚSICA (con mayúsculas, sí) quedará en la eternidad de los tiempos.”
“Antes de comenzar a hablar, quisiera agradecerle por esta oportunidad que usted me ha dado para dar mi opinión sobre tantos temas y para contar muchas cosas sobre mí y mi familia, muchas de ellas no sabidas ni descubiertas por los historiadores y musicólogos aún. Ahora sí, mis palabras.
Es mi sincero deseo para los habitantes del plano físico concreto de este globo, que si quieren disfrutar de la música, lo hagan sin tener su alma ni su espíritu cerrados a ningún género ni estilo.
Para aquellos que simplemente quieran escuchar música, mi sugerencia es que se relajen, que no estén llenos de energía negativa al permitir que las notas musicales entren por sus chakras. Deberían estar tranquilos y abiertos a esos sonidos.
Quienes, además, deseen ejecutar música, deberían, como sugerencia adicional, interpretar el pentagrama como una unidad en sí misma, descifrando su significado esencial, para así poder estar a la par de la composición que estén interpretando. Deberían ser uno con la obra y no ser dos seres distintos. ¡Vayan de la mano con la música, no peleándose con ella! ¡Ustedes son responsables de que quien los escuche, se deleite con esas notas que un compositor alguna vez legó a los seres de este globo o, por el contrario, se disguste o hasta se espante por su interpretación!
Quienes, además, deseen dirigir un grupo de músicos, deberían, adicionalmente, intentar por todos los medios lícitos que cada músico sea un componente esencial, inseparable y sustancial de ese grupo y que cada uno de ellos conforme, en conjunto, una unidad que sea mucho, pero mucho más que la suma de las partes. El sentido que cada uno de los músicos construye, aporta a toda la unidad un sentido general, único e irrepetible en cada pentagrama, en cada compás, en cada movimiento, y en cada composición. ¡Que nada de eso se desvirtúe!
Y, finalmente, para los solistas vocales e instrumentales, tengo un único pedido, que, espero, sea comprendido y llevado a cabo: ¡que la música sea la estrella del espectáculo! Sobran las palabras…”
“Gracias, Sr. Mozart, ha sido usted muy amable y ha sido un honor para mí haber podido hablar con usted.”
“¡El gusto ha sido mío, amigo! Y recuerde… Los hombres y mujeres pasarán, pero la MÚSICA (con mayúsculas, sí) quedará en la eternidad de los tiempos.”
Marcha en Fa Mayor para Orquesta, KV 248
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Su comentario es apreciado. Muchas gracias.