por Uriel
¡Tai Hi Kuoh!
En la sombra de mi espíritu,
se halla el corazón mi alma.
Se proyecta desde adentro hacia fuera.
Me contiene y abarca.
Se funde con mi esencia.
Me brinda la paz necesaria,
en cada secuencia,
en cada movimiento,
en cada parte de la forma.
Todo es suave, armónico,
Dinámico, etéreo y concreto.
Todo parece sencillo, pero no lo es.
Me achico, me contraigo, me expando
y adquiero una nueva forma.
Un nuevo sentido me lleva y me trae.
Lo llevo y lo traigo, me sostiene,
me corrige, en medio de las tormentas,
fuera y dentro del tornado…
En la sequedad del desierto, donde vivo…
En la soledad que habita mi corazón…
En las horas más amargas de la vida,
en lo más oculto de mi ser.
Algo extraño sucede…
Algo está partiendo…
Mas todavía no se ha ido…
La victoria está cerca…
El sentido me orienta hacia ella…
Habrá que sufrir…
Habrá dolor…
Habrá que sostenerla como sea.
Para que el sol brille…
Para ser uno mismo, en uno mismo.
Para ser yo… Y yo en mi ser.
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