por Zedekiel
Uno de los medios que los seres humanos utilizamos en forma cotidiana, para comunicarnos entre nosotros, es la palabra, tanto escrita como oral. Además de lo gestual y el código de intenciones; lectura intuitiva, no racional. También podemos establecer un diálogo interno, con nuestro propio ser, si es que nos arriesgamos a nosotros mismos, enfrentándonos a la prueba de la honestidad interior. ¿Será una forma de conexión con nuestro espíritu interior, solamente?, ¿U otros charlan en nuestro interior? Qué ejercicio de discernimiento, en nuestro campo subjetivo, ¿verdad?
Y en el diálogo con otras personas, nos atrevemos a romper con el hábito de monologar, para no escuchar a nadie y así afirmarnos en nuestro aislamiento permanente, encubierto.
Y en el diálogo con otras personas, nos atrevemos a romper con el hábito de monologar, para no escuchar a nadie y así afirmarnos en nuestro aislamiento permanente, encubierto.
Preferiría, tratar de volver, al antiguo y siempre vigente método de la dialéctica; Platón se alegraría mucho por este ejercicio de honestidad; donde, a través de un diálogo, se da una comunicación veraz entre dos seres humanos, el ser conciencia trata de establecer un contacto de “alma a alma”.
Qué desafío, ¿no? Estaremos dialogando, amigo lector.
Qué desafío, ¿no? Estaremos dialogando, amigo lector.
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