por Zedekiel
Desafío
tomar la decisión de nacer a una nueva vida.
Algunos sostienen que la vida es como juego de naipes, los anglo-sajones prefieren el poker y nosotros, el truco. Prefiero, si algún día me atreviera a ingresar al profundo desafío de la vida, apostar a perdedor. Si fuera una carrera de caballos criollos, lo haría por aquel que estuviera al final de lista, aquel en quien nadie confía, y algunos se mofan de él: como, “El Seguro Perdedor”. Mirarlo a los ojos y en ellos en su profunda timidez, encontrar la necesidad de su alma y rozar su corazón. Ayudarlo a encender esa llama sagrada, que pocos pueden ver y hacer un pacto secreto, sólo, entre él y yo.
Por él apostaría 100 a 1, en contra de todo pronóstico. Dejar que el viento haga lo suyo… y sentarme a esperar, luego de apostar mi vida a perdedor.
¿Qué opina lector, apostaría conmigo por él y por Ud. o seguiría a la manada?
Disculpe, nunca pude llevar una vida sin sobresaltos, me aburre un poco.