Reportaje a Helena P. Blavatsky (3ra Parte)

por Uriel

Helena Petrovna Blavatsky

Reportaje

3ra Parte

Una vez más la charla nos dejó, entre cigarrillos, preguntas, respuestas y otros comentarios, con la garganta y el asombro resecos. Luego de un breve descanso continuamos.
Uriel: - ¿Cuándo comenzó verdaderamente su obra, o sea, a tomar auge?
Madame Blavatsky: -En 1878 me hice ciudadana americana; ese mismo año bajo mis propias órdenes y la del Sr. Olcott, nos embarcamos hacia la India. Allí comenzó a tomar auge mi obra.
Uriel: -¿Cuáles fueron sus primeros pasos?
Madame Blavatsky: -En 1879 arribamos a Bombay, en 1880 acudimos a Sri Lanka en defensa del Budismo y nos hicimos budistas en mayo de 1881. Luego en 1882 trasladamos la sede de la sociedad a su lugar actual en Adyar, Madrás.
Uriel: -¿A todo esto como se dio a conocer la sociedad?
Madame Blavatsky: -Desde su fundación fue a través de boletines o gacetillas de prensa y difusión, donde dimos a conocer algunos de mis primeros escritos, cursos y conferencias respecto de nuestras actividades.
Uriel: -Obviamente que al principio no cosecharon muchos lauros ¿Cierto?
Madame Blavatsky: -¡Para nada!... – esboza una profunda sonrisa y continúa- hasta la Sociedad para la Investigación Psíquica, intentó hacerme quedar como impostora, jamás lo consiguieron, por falta de fundamentos y tuvieron que retirar las demandas.
Uriel: -¿Qué personalidad la de su conciencia, por cierto?
Madame Blavatsky: -¿Le parece? Lo mío es directo, sencillo y franco. Pues no estaría donde estoy si hubiese sido otro ser.
Uriel: -¿A partir de que momento comenzó a escribir “La Doctrina Secreta”?
Madame Blavatsky: -Luego de mi última visita a Europa en 1884, dado que me encontraba delicada de salud.
Uriel: -¿Cómo fue que la realizó? Porque es una obra bastante compleja, profunda y de un alto grado de locura para quien está acostumbrado a otro tipo de conocimiento.
Madame Blavatsky: -¡Si, tiene razón, así es! Es compleja, profunda, sutil, despiadada y con un grado de locura y por sobre todo está incompleta.
Uriel: -¿Entonces si… primero cuál fue el motivo principal de dicha obra y segundo cómo la realizó?
Madame Blavatsky: -“La Doctrina Secreta” e “Isis Sin Velo”, son dos obras bien diferentes, pero entre ambas hay objetivos coincidentes. En la primera el objetivo es esclarecer los orígenes del universo y la humanidad… en sí misma es un estudio profundo sobre “El Ser, El Todo y las partes del Todo, contradiciendo lo conocido hasta esa época. Isis Sin Velo es una obra que va en contra del materialismo religioso y de la ciencia”.
Uriel: -Pero ¿Cómo fue que pudo concebir semejantes obras?
Madame Blavatsky: -Ambas obras fueron inspiradas en las visiones internas y externas que me trasmitían los “Maestros Adeptos o Ascendidos”. En realidad ellos son los autores; yo sólo fui un medio o canal de comunicación; pero al mismo tiempo también hubo parte de mí para llevar a cabo ambas obras literarias.
Uriel: -¿Cómo puede explicar aquel momento tan delicado de su salud que le permitió continuar por un par de años más trabajando para la “sociedad”?
Madame Blavatsky: -En 1887 me trasladé a Ostende donde enfermé muy gravemente; estando allí “decidí en forma interna darme más tiempo para mi trabajo, pero no más de aquel que yo podía soportar, pues los dolores eran fuertes y profundos. Fue como una traslación elemental de mi ser consciente y al volver en mi, aunque mi cuerpo estuviese enfermo, sobreviví al momento fatal. Y desde 1888 hasta el día de mi desaparición física, el 8 de mayo de 1891 me establecí en Londres, centro del trabajo teosófico para Europa.
Uriel: -¿Cuándo fue publicada “La Doctrina Secreta”?
Madame Blavatsky: -Ese mismo año 1888 aparecieron los dos primeros volúmenes.
Uriel: -Más allá de lo establecido por Ud. en su testamento, lo cual es digno de respeto, como deseo post mortem ¿Cuál o cuáles son sus observaciones del mundo espiritual hoy en día?
Madame Blavatsky: -Veo y noto una “Humanidad Totalmente Confundida e Inmersa en una Farsa total”. “Veo y noto que aún están en el Creo y no en la Confianza de sí mismos. Noto una humanidad que aún basa sus lamentos en el mundo Emocional buscando consuelo donde ya no lo hay o es más de lo mismo y no en el mundo Espiritual…
Quienes debieron realizar la gran obra para evolución de la humanidad, no lo han hecho y quienes a futuro culminarían la obra lo están haciendo, felicidades por ello, es un gran esfuerzo.
Uriel: -Pero… Hay instituciones que al menos tratan de hacer algo, ¿no es cierto?
Madame Blavatsky: -Mi querido amigo, no confunda ganas, con hacer concretamente… No me responda, porque se muy bien quién es Ud. y que no está confundido, aunque también tiene sus momentos, pero se quién es Ud. y los otros que están alrededor suyo y “Hacen” y “Hacen En Verdad, aunque no parezca”.
Con gran emoción y lágrimas del sol, estrechamos nuestras manos con un gran beso y un fuerte abrazo. Así nos despedimos y como el suave soplido del viento retorné a mi estudio de trabajo.