por Uriel
Los 12 Arquetipos Zodiacales
Escorpio
Como todos y cada uno de los doce arquetipos zodiacales, también Escorpio es un signo muy particular e importante, dado que de los tres es el que más siente, vive y percibe a través de su mundo “Psíquico-Emocional”. Tiene como característica primordial el hecho de ser un recolector de las “energías psíquicas” que le provee esta región del cosmos; debiendo recolectar dichas energías hasta el grado máximo posible de tensión interna, de modo que sus propias energías psíquicas se enriquezcan y se condensen en una especie de depósito de fuerzas.
Entre otras cualidades suele dejarse poseer por los “MIEDOS y FOBIAS”. Es por ello que el “Ser de Escorpio” se caracteriza por mostrarse “Temeroso” ante lo desconocido, siendo a la vez un ser “Insaciable” en la absorción de las energías psíquicas tomadas del mundo exterior. Teniendo como resultante consecuencias muy importantes, que llaman profundamente la atención de todos. Asimismo muchas veces utiliza estas cualidades como arma estratégica para alcanzar u observar el terreno en el cual debe desenvolverse.
De igual modo que los seres de Piscis y Cáncer, el “Ser de Escorpio”, debe procurar conquistar esa envoltura o cuerpo “psíquico” que lo proteja del mundo real o material. La diferencia con Piscis y Cáncer es que él goza de tener algo de esa envoltura psíquica, la cual le permite captar y absorber más fácilmente las fuerzas psíquicas de quienes lo rodean, de las cuales se nutre para no ser agredido y luego “brindarlas” nuevamente a quien o quienes se las haya quitado; por lo general a seres necesitados de protección, inferiores a él.
En sus relaciones personales podemos verlo rodeado de muchas personas atraídas como por encanto, que le brindan su alimento psíquico, del que han sido expropiados psíquicamente; las cuales entran en una dependencia en la que carecen del sentido del peso de dicha relación; estableciendo una relación de orden recíproco.
La energía más fuerte del Ser de Escorpio es la fuerza del “Deseo”, llegando a un punto de intensidad tal que se convierte en un deseo de voluntad extrema.
Su correspondencia orgánica con el cuerpo humano son los órganos sexuales, los cuales se encuentran netamente vinculados con esa fuerza de “deseo o fuerza mágica volitiva”, convirtiéndose en una poderosa energía para atraer al sexo opuesto y así mantenerlos aferrados a ellos, estableciendo, también una dependencia de orden sexual, la cual le brinda un cierto poder sobre su pareja. De esta manera al igual que los arácnidos, podemos ver al macho entregado al poder mágico de su opuesto, durante el acto nupcial.
Esta fuerza sexual es la activación de la memoria hereditaria, a la que llamamos heredad, que en el signo opuesto, Tauro, esta representado por el germen que determina al embrión.
Dicho germen va desarrollándose, a través de los órganos sexuales, los cuales son los regeneradores del cuerpo humano, manifestando así un proceso de renovación constante de la humanidad. De esta forma llegamos a diferenciar al Ser más evolucionado del involucionado.
A este Ser Inferior de Escorpio pertenece lo que llamamos la mujer demoníaca, cuyo único objetivo es imponerse ante su presa ya que a través de ella puede alcanzar su éxito; convirtiéndose así en una “insaciable total”, con el objeto de aumentar su poderío, sin llegar a ninguna meta. Es obvio que tampoco asume ninguna clase de responsabilidades, correspondiéndole el apodo de “Don Juan”, en el caso que fuese de sexo masculino. Cuando no consigue imponerse y obtener los éxitos deseados los lleva a cabo de forma compensatoria, es decir, que sus fracasos los convierte en éxitos mezquinos frente a los demás, para mostrarse como una persona muy importante; “Vanagloriándose y Glorificándose”, sin importarle las heridas que le cause a quienes están a su alrededor.
En cambio el Ser Superior de Escorpio, es aquél que tiene capacidad de curar esas heridas, es decir esas fuerzas psíquicas, sustraídas de los demás, que sólo servían para fines “egoístas”; se despojan de ese organismo y lo ponen al servicio de los demás con un “Amor Profundo y Desinteresado”. Es decir que este Ser tiene la capacidad de transformarse en un “médico curativo” cuyas energías sexuales de carácter mágico se convierten en poderes curativos, como una especie de antídoto creado por él mismo en su anterior etapa, lograda a través de la “TRANSFORMACIÓN O TRANSMUTACIÓN DE LAS ENERGÍAS SEXUALES”. Esta nueva energía también crea un “encantamiento” con la diferencia que es un encanto mucho más benévolo y desinteresado, en pos de sanar y proteger a su pareja o bien a quienes tiene a su lado.
Estas energías le son provistas por la radiación de sus potenciales regentes: “Marte y Plutón”. El primero tiene que ver con todo lo que se refiere a la actividad netamente orgánica, la cual debe sublimarse, para que en combinación con Plutón, que simboliza todo lo referido a los “cambios”, se produzca la Transmutación de aquellas energías negativas en positivas, a niveles profundos de la conciencia, permitiendo de esta forma el afloramiento de ese “encantamiento” curativo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Su comentario es apreciado. Muchas gracias.