por Zedekiel y Azrael
Dhammapada
Consejos Del Buddha
Capítulo III
El Pensamiento
El Pensamiento
La mente se ha de disciplinar, no forzándola, ya que es imposible de sujetar por la fuerza, dado que ella se sale de rumbo con suma facilidad al sentirse inquietada; una mente disciplinada aporta serenidad al camino de bienaventuranza (2).
El Ser humano debería vigilar su forma de pensar, pues sus pensamientos son astutos en el arte de engañarlo, y con facilidad huyen de su percepción consciente: los pensamientos que han sido objetos de vigilancia, serenos nos acercan a la bienaventuranza.
Si la firmeza interior no es la suficiente como para evitar dejarse arrastrar por sus propios pensamientos vanos, si el Ser humano no actúa de acuerdo a su sentido interno, si en su paz él se encuentra perturbado, su conocimiento difícilmente se convertirá en sabiduría.
Los pensamientos en el Ser humano son producto de la intención, ella los alimenta y los dirige, reinando la confusión en la conciencia; si sólo concentrara su atención en lo necesario, absteniéndose del pensamiento dual, el temor del vigilante interno se disiparía.
El odio alimenta al odio, la enemistad forja más enemistad, mas una mente erróneamente enfocada hará un daño mayor que la suma de ambos.
Notas:
(1) La firmeza no es una cualidad de la mente, es una cualidad del Ser.
(2) Una mente serena es como un perro leal, siempre atento a las necesidades de su amo, como una función natural.
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