Reflexiones
"Reflexionar, Reflexión, Reflexionemos"
(parte II)
Continúo con la nota del número anterior, y quizá en un tono irónico de la misma, pero siempre con el único objetivo de ser claro en mis conceptos y opiniones, tratando de desenredar esta gran madeja de lana, teniendo clara conciencia de ello, sin causar daño ni ofensa a ningún lector, pongo de manifiesto en estos escritos lo que pienso de esta triste o alegre realidad, según del modo en que se la viva.
En nuestra diario vivir se suscitan diversas cuestiones de todos los órdenes, sobre las cuales podemos reflexionar y las cuales podemos analizar. Obviamente, sin perdernos en el laberinto sin salida de dichas reflexiones que no nos conducen a nada. Para que ello no suceda deberíamos tener claros los objetivos y las conclusiones a las que deseamos llegar.
También es posible que uno o varios temas de reflexión se puedan entrelazar entre sí, conformando una larga cadena que tenga que ver o no sobre lo que estamos reflexionando. De lo que no cabe ninguna duda es que las conclusiones serán varias y de toda índole, por lo que deberíamos tener un orden al respecto, tratando de evitar causar confusiones con quienes nos rodean, y entre nosotros mismos.
El mundo que hoy nos toca vivir es muy diferente al que alguna vez fue cuando nacimos, o cuando comenzamos a crecer y tener sentido de la realidad que nos rodeaba. Fuimos adolescentes, jóvenes, hasta convertirnos en adultos; tuvimos fantasías e ilusiones entremezcladas con la realidad de cada día y arrivábamos a conclusiones y hechos concretos.
Pasaron los años y pareciera que lo que alguna vez fue, ya no existe más. Por cierto, es veraz que, cada tantos siglos o milenios, todo o casi todo se va reestructurando, pero mi pregunta es por qué vivir confundidos, con la incertidumbre de si lo pasado fue terriblemente malo y el presente y futuro así tal cual se presenta, es lo más grandioso por alcanzar.En definitiva ¿estamos parados donde tenemos que estar?... ¿Somos quienes pretendemos ser? ¿O bien decimos hacer y ser lo que no hacemos ni somos?
¡Qué paradoja!, ¿no es cierto?...
Para quienes hoy en día se encuentran en una edad promedio de la vida, sin tener la de nosotros, actualmente, sus mayores; me pregunto si los jóvenes de hoy habrán de observar lo mismo en su momento, o vivirán dentro de una burbuja irreal que no es la realidad cómo tal...
Entre otras tantas cosas, “todo” lo que ayer pasó, para muchos ya pasó; para otros tantos, no; y en muchos casos se contrapone con lo realizado, lo dicho y lo escrito; con lo cual, a veces se torna imposible reflexionar seria y puntualmente sobre algo determinado.
La cuestión es que veo, oigo, leo, escucho decir y veo escribir, a través de “profundas reflexiones”, sobre cuestiones de orden general, grupal e individual en los términos y momentos que viven a diario, dadas las circunstancias del momento actual...
A decir verdad, muchas de esas cuestiones, así resueltas, en mi opinión, caen en un “barril sin fondo”, debido a la falta de una seria reflexión.
Porque, lo que ayer se aseveró y declaró contundentemente hoy, mañana o la semana próxima o cuando sea, se contradice totalmente, teniendo otro sentido que no es el anteriormente expuesto y lo que es más aterrador es que, todo ello sucede en momentos inesperados delante de quien o quienes sean y, en vez de
reflexionar sensatamente, se concluye en discusiones banales sin sentido.
Para ir concluyendo, observo una gran falta de coherencia y conciencia ante los hechos sobre los cuales decimos querer reflexionar y luego no lo es.
Finalmente, esta falta de seriedad la percibo en forma personal a nivel individual, grupal y colectivo.
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