Soplan Vientos De Cambio...


miércoles, 20 de marzo de 2013

Notas Al Pasar: "Hod - Yesod – Netzach, El Poder De La Mente"

por Uriel

Hod - Yesod – Netzach, El Poder De La Mente

Lujuriosa, pasional, concreta, creativa, abismal, exacta, sensual, atractiva, brillante y todo aquel adjetivo calificativo con que se la pueda “vanagloriar”. A la vez es astuta sagaz, maquiavélica, maléfica, real y peligrosa y engañadora. A su vez camaleónica, conoce cada uno de los rincones de nuestro “ser” y cada fisura que en él se halla. No es tonta, ni arbitraria; es contundente, es cínica, orgullosa y hasta puede llegar a ser déspota, obvio que siempre lo es con ternura y con gracia para hundirnos en el abismo de su amor demencial y fantasioso.
Detrás de besos, abrazos, aplausos y caricias, guarda su verdadera cara, que sólo muestra cuando no dejamos que sea ella, quien nos gobierne; entonces, sí, se pudre todo; llegando a ser fatal y letal en todo sentido.
Cuando alguien decide “ser” y le da la espalda, a ella y su mundo cotidiano, la batalla es inminente, descarnada, cruel y sangrienta, hasta la locura en muchos casos dependiendo a su vez, de las circunstancias del momento.
Sólo a través de la experiencia viva del “ser” se puede entender y comprender estos sucesos; es por eso, que este redactor, les expresa su propia experiencia de vida, que puede o no ser similar a la de uds.
“Llegué al punto cúlmine del colapso total, al borde de la locura o la demencia, queriendo acabar con todo, dejar todo de lado, sin importar ¡nada! Destruyendo lo mucho o poco conseguido por mi mismo en esta vida”…
Como se puede observar la batalla a la que se somete el “ser” es atroz; pudiendo acabar con su propia vida al sentirse acorralado por ese poder demencial y destructivo.
Una vez parado al borde del abismo, el “ser”, debe seguir su propio sentido y construir con esfuerzo un puente invisible que lo deposite en una nueva orilla. Aún así, la contienda no ha terminado, puede ser más leve, pero continúa, no quedó atrás, puesto que es parte de uno mismo. Está herida, pero no de muerte.
Ahora, al llegar a la nueva orilla comienza un nuevo trabajo y enfrentamiento, para el ser conciente que, es de construir y llenar con nuevos objetivos, espacios vacíos, donde todo es incierto; donde cada ser vivo que habita y nos rodea es desconocido, sin saber cuál es su naturaleza, origen e intención; para lo cual es necesario estar provisto de conocimiento, juicio, discernimiento, atención, ubicación y sentido.
El estar parado en uno mismo, no alcanza, ya que nada de lo que reluce a nuestro alrededor, “es lo que es”, por lo cual lo único que sirve es “sostenerse a sí mismo”. Ya que de nada sirve rezar o aferrarse a imágenes milagrosas, puesto que ellos están en un mundo invisible y uno está encarnado y es el que soporta, hace y elige, se equivoca y acierta.


 
 

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