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viernes, 19 de agosto de 2011

Dhammapada: Consejos Del Buddha - Capítulo X

por Zedekiel y Azrael

Dhammapada

Consejos Del Buddha

Capítulo X

La Violencia

Todos los Seres rechazan la violencia; temen, desde lo personal, a la muerte; recordando esto, sigue el Sendero del no-daño, el cual te pertenece y surge en ti naturalmente desde tu misma esencia.

Todos los Seres rechazan la violencia; aman al Sentido, que se expresa a través de la Vida; recuerda esto: la necesidad de proteger y no dañar surgirá en ti naturalmente.

Aquel que, en busca de su propia felicidad, daña o bloquea el Sendero de otro Ser en igual búsqueda, sólo está provocando la pérdida de su propia felicidad.

Aquel que, siguiendo el Sendero de búsqueda de su propia felicidad, no daña a quienes también van en busca de ella, ayuda a que la felicidad de todos se acreciente.

Al hablar, tu palabra debe acercar paz y serenidad. Si tu discurso daña el alma del que lo escucha, reflexiona en ello y corrígelo.

Si al permanecer callado logras compartir paz y serenidad con quien a ti se acerque, hazlo y los sonidos del silencio se manifestarán.

Si la Edad y la Muerte dirigen la vida de los Seres, ellos aún no han comprendido el Sentido de la Vida.

Aquellos que carecen de discernimiento, no diferencian la acción correcta de la incorrecta, mas a aquel que premeditadamente realiza la acción equivocada, sólo le espera el resultado de ella.

Aquel que provoca dolor a Seres inocentes, que no pueden defenderse, se hace pasible de producir diez estados:

El de sufrimiento cruel; Pérdidas; Lesiones físicas; Profundas aflicciones; o Alteraciones mentales,

Penalidades legales; Descrédito social; Desarticulación familiar; Pérdida de bienes,

O Pérdida del hogar, y a la Muerte, irá al sitial que le corresponde.

No hay ritual alguno, que pueda purificar a aquel, que no realice el esfuerzo de armonizarse a sí mismo.

No dependiendo de su forma de vestir, reflejando su paz interior, serenidad, sin hacer ostentación de palabra, austero, sencillo, no buscando faltas en los otros Seres: así un Ser comparte su armonía.

¿Existe en este mundo un Ser realmente sencillo, que no depende en su accionar de la aprobación o la reprobación del prójimo?

La Paz interior refleja en el mundo actividad plena y regocijo que no depende de la aprobación del mundo, confiado en el propio conocimiento y en el propio comportamiento, sin olvidar nunca el deber que naturalmente surge desde el interior.

Aquellos que, excavando, encuentran agua, la llevan donde sea necesario; los arqueros fabrican sus propios arcos; los carpinteros dan forma a los muebles; sólo los Seres se moldean a sí mismos.


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