por Uriel
Los 12 Arquetipos Zodiacales
Capricornio
De entre los tres signos terrestres es el arquetipo “de la siembra”, que inspira una determinada acción o meta delimitada, logrando el objetivo que él mismo se ha propuesto. Lo primordial es llevar a cabo una acción determinada superando todo obstáculo o resistencia. En él, el deber es interpretado como una especie de misión que debe cumplir sí o sí sin remordimientos, para este Ser tan significativo, el no haberlo concretado es como “no haber hecho nada”; es decir que, no le agradan las cosas “a medias tintas y no dejes para mañana, cuando lo puedes hacer hoy”. De aquí surge la característica principal del Ser de Capricornio: La Tenacidad. Incansable en la Persecución de una Meta. Lo que no se refiere a poseer un carácter férreo en cuanto a su voluntad; sino, en tener que realizar un hecho concreto, real; ya que la voluntad para él pasa a un segundo plano, pues lo que le importa es “La Realidad” que tiene delante de sus ojos. Otra de sus cualidades en su más pura esencia, es aquella, en la que no se permite ninguna clase de concesión interior, pero en cambio se inclina a toda clase de compromisos exteriores que le posibiliten la concreción de sus propósitos. De esta forma lo vemos tomar en pos de su propia fuerza una acción sagaz y sin rodeos. De aquí podemos extraer otra cualidad que lo caracteriza: la de su “astucia y la diplomacia” en llevar una vida práctica e inteligente para alcanzar sus objetivos: lo que podemos llamar una vida diplomática. Este arte tan especial hace que su tenacidad se convierta en un “elástico”, es decir, un tire y afloje, lo que le otorga la capacidad de resistir en la lucha diaria por la vida que no podría ser comparado con otro arquetipo zodiacal.
En cuanto a sus emociones y sus afectos procura evitar la influencia de los mismos bajo la forma de estados de ánimo, caprichos, terquedad, etc., quedando dichos sentimientos en la esfera de lo privado, que a nadie importa y puede ocultarlos a voluntad, lo que lo hace muchas veces verlo como un “ser o individuo frío y sin sentimientos”. Así mismo lo hace con quienes lo rodean pero de una forma concreta y diferente, ya que es capaz de despojarse de todo por el que no tiene y entregárselo a quienes más les hace falta, sin importarle lo que los demás opinen.
De esta forma podemos observar otra cualidad, la de “lograr y conservar su independencia psíquica”. De este modo podemos ver al Ser de Capricornio poco afectuoso y sin que le impongan obligaciones. Causándole mucho dolor el no poder alcanzar una cosa por sus propios medios, de modo que, no tenga que sentirse constantemente en deuda. Es por ello que prefiriere muchas veces sentirse agradecido por todo lo que él mismo ha alcanzado, asumiendo la responsabilidad de sus actos.
Este grado de conciencia de responsabilidad lo fortalece en su auto estima y en su propio valer. Por ello al ampliar su círculo de actividades, en constante expansión e intensificación, constituye para él factores de especial importancia, haciendo crecer su deseo de asumir cada vez mas, una mayor responsabilidad. Adquiriendo así el don especial de convertirse en conductor de todas las empresas que ha puesto en marcha, lo que podemos llamar una “ambición moral”. En tanto y en cuanto ella tenga el grado de conciencia real y un rendimiento útil, puede convertirse en “Un Servidor” de la humanidad. Cuanto mayor sea el número de personas que participen de su trabajo o estén en relación con Él, se sentirá como un comandante, siendo su objetivo más útil, el de lograr la satisfacción en la estimación por los demás, cumpliéndose así su misión principal en la vida: la de ser un “SEMBRADOR”.
Podemos decir que hay dos tipos bien diferentes del Ser de Capricornio que se diferencian entre sí en el grado de evolución al que han llegado cada uno de ellos: el inferior y el superior. Para esto vamos a utilizar como referencia el órgano físico que le corresponde, la rodilla: cuya función es la de flexionar y extender los músculos que movilizan las piernas. De esta forma se ponen de manifiesto las fuerzas que movilizan y elevan el cuerpo humano. En dicho movimiento podemos observar lo que define al Ser inferior y al superior de Capricornio, convirtiéndolo así en el arquetipo que quiere rebajar a los otros para elevarse a sí mismo ( tipo inferior), o aquel que se rebaja así mismo para elevar a los otros ( tipo superior).
Es el arquetipo zodiacal que, con su carga, pesa sobre los demás para convertirlos en sus propios sirvientes, o de aquel, que se convierte en portador voluntario de toda carga, para llevarla consigo hacia arriba. En este Ser Superior de Capricornio podemos observar claramente una actitud casi “inegoísta”, que muchas veces le vale el apodo de ser un “tonto servidor”. A conciencia él sabe que primero están a quienes sirve y no él mismo.
Para finalizar, las fuerzas que se irradian sobre él o que a él le son entregadas para “hacer”, provienen de su potencial regente, Saturno, quien le brinda la suficiente “tenacidad y elasticidad” para alcanzar “justamente” sus metas u objetivos.
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