Soplan Vientos De Cambio...


martes, 1 de marzo de 2011

Reportaje a Helena P. Blavatsky (2da Parte)

por Uriel

Helena Petrovna –Hahnn- Blavatsky

Nota Biográfica


2da Parte

Luego de un breve descanso y de charlar sobre la vida humana del presente, continuamos con nuestra charla.
Uriel: - ¿Antes de fundar la sociedad teosófica a que se dedico en su vida?
Madame Blavatsky: - En 1871 me hallaba en Egipto y allí intente fundar una sociedad espiritual, en basa a todo el conocimiento recibido y el control de mis dones, pero no tuve éxito. Además en 1873 viví con mi hermano en París donde me destaque como escritora e inclusive como caricaturista.
Uriel: -¿No fue en 1873 el año en que arribó a Estados Unidos de Norteamérica?
Madame Blavatsky: -Sí. Así fue. Fue en aquel momento en que recibí, por parte de los Hermanos, de viajar hacia Nueva York.
Uriel: -¿Entonces quiere decir que…?
Madame Blavatsky: -Sí Así es, todo comenzó cuando estuve en Oriente y en Egipto. Todo lo que hice entremedio fue para guardar dinero para el viaje. Inclusive el frustrado intento de fundar una sociedad espiritual en Egipto me sirvió para comprender y entender cual era y donde tenía que hacer, lo que debía hacer.
Uriel: -¿O sea, qué todo lo que estuvo haciendo, antes y durante los años en que recibió la instrucción, sólo fue una preparación y una forma transformar las ganancias de sus trabajos en energía para la su “gran obra”?
Madame Blavatsky: -¡Si! Mi estimado Uriel, así es. No se puede emprender ninguna una gran obra de semejante magnitud si no se posee energía material. Pero dicha energía debe ser generada por el propio impulso interior o bien por ese Yo Voluntad al que podríamos llamar Espíritu o Esencia del Ser. Todo nace de la voluntad que uno ejerza sobre sus ideales de vida y de la forma en como los sostiene. Hay cosas que pueden suceder al azar, pero hasta el mismísimo azar depende de un hecho voluntarioso y del sentido que se le de;…
Uriel: -¿O sea, algo así como “logros de vida”?.
Madame Blavatsky: Exactamente. Logros de vida. Cuando arribé a Nueva York, procedente de Europa, comencé ganándome la vida trabajando en fábrica de corbatas; pero nadie sabía que en mi baúl había 23.000 francos que me había entregado mi maestro.
Uriel: -Y ¿qué sucedió entonces?
Madame Blavatsky: -Pues siguiendo órdenes lo llevé a un granjero en Búfalo (Long Island)… pues llegué a tiempo para que no se suicidara.
Uriel: -A todo esto ¿Quién o quienes le ordenaban hacer o resolver esas cosas?
Madame Blavatsky: -Recuerde que desde niña gozaba del don de la “clarividencia” más los estudios que realicé podía conectarme con mi maestro instructor, como también con los Maestros… Los Maestros Ascendidos, ellos me guiaban… hasta que por fin en 1874 me guiaron hasta un lugar donde conocí al Coronel H. S. Olcott que estaba investigando una serie de fenómenos ocultos, en Chittenden.
En 1875 junto a él fundamos “LA SOCIEDAD TEOSÓFICA”.
Uriel: -¿Fue casualidad?
Madame Blavatsky: -Nada en este mundo es casualidad aunque así parezca ante los ojos de la humanidad,… Me extraña señor Uriel… Me extraña.
Uriel: Y ¿a partir de ese momento que fue de Uds.?
Madame Blavatsky: -a partir de ese momento comencé a concretar y realizar los estudios y escritos que tanta popularidad y reconocimiento le dieron a esta Sociedad.
Uriel: -¿Cuál fue su primera y gran obra literaria?
Madame Blavatsky: -Sin lugar a duda, para mi, ha sido “La Voz Del Silencio”; aunque muchos prefieren “Isis Sin Velo”… o “La Doctrina Secreta”…
Uriel: -¿A qué se debe que esta predilección?
Madame Blavatsky: -Es sencilla la respuesta; “La Voz Del Silencio”, es la obra que sintetiza toda mi obra. Porque la “La Voz Del Silencio”; es aquella “Voz” que, nos guía y nos habla con sinceridad, la que no invita a Ser Un Mismo, la que desde nuestro interior no conecta con nuestra parte divina, con esa parte de Dios que todo Ser Humano posee.
“La Voz Del Silencio”, nos conecta, siempre, de una u otra forma; en esta o en alguna de las próximas vidas, con quien verdaderamente somos, para trascender, para evolucionar…
Uriel: -¿Entonces, todas las demás obras carecen de importancia?
Madame Blavatsky: -No mí querido Uriel, no. Todas tienen su grado de importancia, y todas le corresponden a toda la humanidad y cada ser humano. Pero “La Voz Del Silencio”, sólo le corresponde aquél que esté dispuesto a crecer y evolucionar desde su verdadero interior.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Su comentario es apreciado. Muchas gracias.

Buscar en este blog