Soplan Vientos De Cambio...


miércoles, 17 de noviembre de 2010

Notas...Al Pasar: "Morir En Soledad"

por Uriel

Morir En Soledad
Es la desventura más desproporcionada de la vida. La derrota más cruel de todos y cada uno de nuestras ambiciones, sean materiales, emocionales y cuando ya no queda más nada; espirituales.
Morir en soledad, se puede; cuando los miedos y la oscuridad del propio ser invaden la claridad de la mente y los sentimientos básicos mínimos de la supervivencia; o bien cuando nuestro espíritu interno se aleja de su propio ser conciencia.
Morir en soledad es una cuestión que, en todo ser encarnado está presente y la decisión para que ello suceda depende de cada ser y como le afecte su mente cotidiana en su interior; psíquica y emocionalmente; disminuyendo así, su fortaleza espiritual al máximo posible.
La desesperación, falta de roce y/o contacto social, la mala interpretación de quienes lo rodean afectan notablemente, su cuerpo energético, emocional, mental y espiritual. Convirtiéndose este, en un ser totalmente vulnerable del lado oscuro de la vida.
Entonces; si dicho “ser” no se percata de la realidad que está vivenciando y experimentando, le será muy difícil o bien dificultoso como saber sobreponerse y salir hacia la superficie.
Sólo puede evitarse “morir en soledad”, si se brinda así mismo la oportunidad de reencontrarse con el mismo, de asumir que no sólo su cuerpo, sino también su mundo “emocional” están destruidos. Aún así, tiene la oportunidad de evitar “morir en soledad”. Es a partir de esa decisión que, él ser conciente encarnado en ese cuerpo físico, comienza a verse a sí mismo, se yergue sobre su interior y lentamente, poco a poco comience a pararse en dicho ser interior; desde donde habrá de combatir a su mente y falsos sentimientos. Es obvio que con eso no basta, deberá auxiliarse de su propio juicio y discernimiento; como también de su propia auto comprensión e impersonalidad, para aclarar su mente concreta y sus sentimientos.
Sólo así podrá evitar “Morir En Soledad”; volviendo a estar en si mismo, por si mismo, dejando que su espíritu trascendente sea, quien sutilmente lo guíe hacia un sentido superior.

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