Los 12 Arquetipos Zodiacales
Aries
En la nota anterior, les anuncié que estábamos en condiciones de conocer cuales son los 12 signos del zodíaco, o mejor dicho “los 12 Arquetipos Zodiacales”.
Quizás uds. se pregunten de dónde proviene, o bien quien o quienes les puso ese nombre. Como ya he dicho antes, todo proviene de una historia que ni siquiera recordamos. Una historia que proviene desde antes que esta humanidad existiese; la cual ha perdurado hasta en el presente.
Presentemos, entonces, a esta humanidad ansiosa, un nuevo esquema de trabajo, que a partir de ahora, pueda comenzar a responder todo aquello, que la ciencia moderna y la tecnología de “punta” de hoy en día, muchas veces no puede responder, o bien explicar fenómenos que no guardan relación alguna con los hechos reales y concretos. Pero dejemos de lado el sentido filosófico y metafísico de la “astrología” para más adelante y conozcamos los 12 arquetipos zodiacales por su nombre: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario, Piscis.
Cabe aclarar que en cada nota, a partir de esta, iremos conociendo en forma particular cada uno de los doce signos en su estado puro. Conocerán sus cualidades genéricas y las diferencias que existen, en lo que se conoce, como el representante superior y el representante inferior, o sea, el buen o mal representante de c/u ellos.
En esta ocasión conocerán al 1er arquetipo zodiacal que es Aries.
Al referirnos al “Ser de Aries”, nos referimos al Ser Humano, mujer u hombre de dicho arquetipo. El mismo va por un camino trazado desde su ser interior; esto se debe a sus características generales, que debido a su polaridad, son extrovertido, dinámico y activo. En cuanto a su ritmo, posee la característica fundamental de ser un Ser “impulsivo”, lo cual no significa que sea agresivo, sino todo lo contrario, es de una gran “iniciativa”; dado que pertenece, al igual que los seres de Leo y Sagitario al elemento “Fuego”.
El mismo se halla en la vida guiado por un gran sentido del poder realización, como una especie de “imperativo interno”, que lo impulsa hacia adelante, muchas veces sin mirar a los costados, a través de su propia ley o ideal, o sea, de su Yo Voluntad; lo cual le permitiría vencer todos los obstáculos que se le presenten en su camino; esto hace que sean sumamente voluntariosos. Para ellos no importa cual es el origen de dichos obstáculos, sean, físicos, mentales o morales, pues, les importa y mucho cumplir con su “Yo Voluntad”, por lo cual muchas veces lo muestra, como un ser poco diplomático para hacer o decir las cosas; así mismo es un ser simple, sencillo ordenado y decidido.
Todos esos impulsos se deben a la existencia de un “imperativo interno”, que ellos sienten como una fuerza: “Moral o de Justicia”, lo que lo hace ser netamente un “emprendedor y conductor de dicha fuerza”; para lo cual debemos relacionarlo con el órgano físico que lo rige, que es la “cabeza”. Para ellos es aquella parte del cuerpo que, al estar apuntando hacia el cielo, es donde albergan y parten las órdenes de su “yo interior”.
Esotéricamente hablando podemos decir que, este órgano se relaciona con el chacra superior o coronilla o de los mil pétalos, que le permite recibir desde lo divino, esa fuerza inspiradora; para lo cual deberá esforzarse por mantenerla abierta. Siempre y cuando se mantenga así, podrá ser un gran protagonista en su vida.
El Ser de Aries va por el camino de la vida, trazado por el mismo e impulsado por su propia inspiración que, lo conduce hasta su objetivo final, de la manera o forma en que proceda y conduzca su “yo voluntad”. Además de haber ido aprendiendo, a través de los contratiempos, que se le hayan presentado, radicarán las diferencias entre el representante “superior o inferior de este arquetipo”. Con ello no nos referimos a su estatura, sino al proceder de sus conductas en la vida cotidiana. Es aquí donde ese destino pre-establecido cósmicamente o determinado por uno mismo, lo lleva a cabo o no, pudiéndolo llamar “Libre Albedrío”.
El Ser Superior de Aries se halla representado por aquel que lleva hacia delante esa fuerza o ideal moral o de justicia, a través de su propia iniciativa y su carácter conductivo; siendo él, el conductor y director de dicho ideal; para lo cual deberá ser firme y decidido a fin de continuar un camino “ideal” hacia su objetivo. Así mismo es exigente con quienes lo rodean y acompañan en esta brava travesía, sin cobardías y sin claudicaciones; manteniéndose firme en si mismo, a través de su carácter conductivo, hasta ser considerado un “Héroe”. Muchas veces se lo puede ver y observar en actividades que así lo requieran; llevando una vida sumamente activa y disciplinada. Ello se debe a su potencial regente que es Marte.
En cambio el ser inferior de Aries, también goza de las mismas cualidades y actitudes heroicas y conductivas que el superior. Cabe preguntarse cuál es la gran diferencia, sin duda alguna es aquella que lo muestra como un “gran conductor pero, a través de su gran poder de Seducción”. Es un ser que se caracteriza por su oportunismo, carente de un ideal firme, seguro y sostenido; la falta de intuición e inspiración en ese ideal, lo lleva a perderse por infinitos caminos mostrando algo así como un espejismo, o sea, algo que parece ser pero que no es.
Su gran poder de “Seducción” lo lleva imponer siempre su propia personalidad y voluntad a quienes están a su lado, siendo él quien sólo se conduce; la mentira; la calumnia; el abuso de confianza y la indiferencia por la dignidad de los demás es una constante; como comúnmente se dice: “pasar sobre cadáveres”.
Lo más difícil está en saber diferenciar las características del superior y del inferior. Para ello debemos ser observadores de sus conductas y actitudes, en su forma de conducir un grupo de personas, viendo un ser seguro y firme de si mismo, capaz de emprender una gran lucha, por un gran ideal justo y moral; no de someter a quienes lo acompañen en su empresa; sino que, se sientan conducidos y no seducidos por un objetivo fantasma que no tiene fin; obviamente con Dignidad y Voluntad.