Soplan Vientos De Cambio...


martes, 8 de junio de 2010

Editorial: "Disfrutemos"

por Zedekiel

Disfrutemos

Quizás dos tipos de seres habitan el universo. Aquellos que se han encontrado en su corazón y aquellos que todavía no lo han logrado.
Nuestra pretensión es sencilla, extender una mano, para rozar la del lector y decirnos qué siente y qué llega a experimentar.
De este modo descubramos cuán cerca estamos y si esa cercanía se produjo, entonces, con alegría, disfrutemos de ese encuentro. Un abrazo.


Novela "El Río Oculto" - Capítulo II

por Viento De La Mañana

Novela “El Río Oculto”

Capítulo II
"El Nuevo Hogar"



Luego de aproximadamente una hora de viaje, llegaron al Vado Soria, que era el final del camino. A partir de allí tendrían que atravesar el río, y caminar hasta el campamento. La camioneta se detuvo y todos se bajaron. Allí, en el Vado, estaba el resto del grupo que había venido antes, porque como eran muchos tuvieron que hacer el viaje en dos tandas. Todos se saludaron cordialmente y se dirigieron al campamento. La mujer de la camioneta se fue; pero quedaron en que volvería en unos días para llevar a algunos de los chicos a buscar provisiones; ya que en esa inhóspita región no había ningún mercado para comprar víveres; tan solo una despensa, pero  aparentemente tenía poco y nada. La camioneta partió y el grupo se dispuso a cruzar el río. Su cauce no era grande ni fuerte, pero decían los lugareños que solía crecer de golpe y mucho, por lo cual, no había que subestimar su tranquilidad. Cruzaron el río y se dirigieron al campamento. Una parte del primer grupo se había encargado de buscar un lugar. Cuando llegaron, todos se sorprendieron de lo que tenían en frente: un rancho muy bien construido, rústico pero grande y confortable. Estaba hecho justo debajo de un gran algarrobo, y al parecer no tenía dueño. Adentro tenía un ambiente amplio con grandes ventanales, una cocina a leña, bajo mesada, una mesa grande, una pequeña, y sillas de bar en perfecto estado. Les causo gracia pensar que ellos, que venían  escapando de la locura urbana, iban a vivir de repente como en un bar, que bien podría haber estado en San Telmo. El rancho era tan grande que todos entraban perfectamente. En total sumaban catorce.  Luego de realizar los brindis  pertinentes, en honor al nuevo hogar, cada uno a su tiempo se fue a armar la carpa, por los alrededores del rancho, que con el correr de los días se iría convirtiendo en una especie de ágora. Luego cada uno se entregó a las actividades que el lugar ofrecía: nadar en el río, caminar por el monte, leer, cocinar panes, hacer artesanías, etc. El día fue avanzando y el atardecer se ceñía sobre las montañas. La noche comenzó a insinuarse y junto con ella, la música de los tambores se hizo presente. Al menos la mitad de los integrantes del grupo eran músicos, por lo cual, canciones era lo que no faltaría por esos días. Encendieron un fuego un poco alejado de la orilla del río, y la noche comenzó a llenarse de ritmo. Tímidamente algunos comenzaron a moverse en derredor del fuego al compás de los tambores. De pronto, Juan, el más joven del grupo se detuvo en seco, como si hubiera escuchado algo extraño. Su rostro indescifrable hizo que todos se detuvieran para saber que le pasaba. Estaba pálido, pero no era terror lo que había en su expresión, sino más bien incongruencia.
-Escuchen, escuchen. –dijo con voz queda y mustia. Un silencio absoluto se hizo en el monte. Solo se oía el sonido del río; pero agudizando más el oído se podían oír unas pisadas que se aproximaban lentamente. Todos estaban expectantes… y quedaron petrificados, cuando de la oscuridad surgió la figura de un enorme toro negro, que se quedo mirándolos un largo rato. Una estrepitosa carcajada rompió el silencio. Era el gallito, que se enfrentó al toro y lo espanto.
-¿Qué? ¿Le tienen miedo? Es un toro nomás- decía, al tiempo que agitaba sus manos para espantarlo. El toro se fue con la misma tranquilidad con la que apareció, e inmediatamente, todos retomaron la música y el baile. Sin embargo, Juan, seguía con su expresión extraña, porque lo que el escuchaba no eran los pasos del toro, sino pisadas humanas, y en el lugar de donde provenían las pisadas, el no podía ver a nadie. Sin embargo el estaba seguro de que había alguien allí, observándolos… aunque no pudiese verlo. Unos segundos estuvo mirando allí, pero después decidió que sería mejor olvidarse, que tal vez hubiera sido una alucinación auditiva. Tomo su tambor y se sumó al grupo.
Sin embargo alguien observaba la escena desde aquel punto, aunque nadie, ni siquiera Juan, hubiera alcanzado a verlo aún…


Filosofía - "Encuentro"

por Zedekiel

Encuentro

Durante mucho tiempo incorporé  la enseñanza de la filosofía a través de innumerables cursos y escritos.
Algo en mi me llevaba a buscar eso, que no sabía que era. Cada instructor, cada docente me brindaba un conocimiento, que yo registraba en cuadernos y carpetas. Ordenadamente en mi interior, un impulso me llevaba a realizarlo. Siempre hacía preguntas y más presuntas seguían naturalmente. Cuando lograba satisfacer mi necesidad simplemente dejaba ese lugar y otro nuevo se acercaba a mí, para dar una nueva posibilidad de aprendizaje. Me entregaba a esa nueva aventura de incorporar nuevos conocimientos, casi sin pensarlo, tan sólo lo decidía y con ello era suficiente.
Aprendí en la vida a no consultar demasiado a otros y, tan sólo dejarme llevar por mi necesidad, mi simple necesidad interior; aunque no supiera bien para que; puesto que el futuro se encargaría de develarme dicha incógnita. Me ocupaba de tratar de saber que era lo que estaba bien y que era incorrecto y que había en mí; lo que lo hacía a través, también de otros, como espejos.
Los filósofos sostenían que, tenían en claro el dilema entre el bien y el mal y su solución. Solo pude tomar de cada uno algunos preceptos aislados y tratar de adjuntar mi vida a ellos. Fue entonces cuando comencé a comprender que sólo extraía lo que necesitaba y nada más.
Muchas veces seguir sus reglas creaba conflictos en mi ser; conflictos que muchas veces no podía resolver y así comenzaba una batalla interna, que no sabía como definir.
“Mi mente aceptaba; mi ser batallaba”.
Por largos períodos dejé todo ello de lado por llevar una vida normal; de acuerdo a los parámetros de la sociedad en que vivía. Tomé las reglas de los otros como lógicas y propias y me dejé convencer por mi mente.
Con el pasar del tiempo vivencié que todo eso llevaba a vaciarme, fue cuando perdí el rumbo y mis ganas. Aún así sabía que la vida me daría una sorpresa, una oportunidad más; cuando llegó a mi la tomé, necesitaba recuperar mi ser y encontrarme.
Necesitaba de aquella oportunidad para volver a respirar aunque más no sea a ratos. Fue así como comenzó a modificarse mi vida, casi sin darme cuenta.
El encuentro se había producido. El encuentro con mi propio Ser.

Poesía - "Penumbras"

por Uriel

Penumbras

Penumbras de ayer.
Penumbras de hoy.
Penumbras del mañana.
Penumbras de un atardecer escondido.
De un sol rojizo que muere tras el horizonte,
de las casas, de los edificios…
de los árboles que están amarillos.
Penumbras del anochecer…
Penumbras del amanecer…
Detrás de la blanca luna,
detrás de las estrellas…
detrás del firmamento,
del silencio de la noche.
Son penumbras
de una vida material ya maltrecha.
Abarrotada de egoísmos y despechos,
de forajidos envidiosos,
del Señor del Amor,
del Señor de la Vida.
¡Penumbras!
Veo y percibo tan sólo penumbras.
Que en sus espaldas la gente carga…
Penumbras del ayer, de hoy, del mañana…
Son penumbras cotidianas…
Lujurias por doquier…
En almas vacías, en espíritus frustrados,
dormidos y aferrados a grandes vanidades;
fanáticos, magnánimos y despóticos.
Son tan sólo penumbras frágiles.
Colmadas de falsas alegrías…
Penumbras.
Tan sólo penumbras,
de ayer, de hoy, y de siempre.


Terapias Alternativas - "Búsqueda"

por Zedekiel

Terapias Alternativas
Búsqueda

En el área de las terapias alternativas existen innumerables opciones las cuales deberían ser consideradas. Pues cada ser tiene su propia naturaleza, siendo válido este concepto, tanto para consultantes como también para los terapeutas.
Aquel que decida tomar la responsabilidad de llevar a cabo o bien aplicar una acción “terapéutica” deberá enfocarse en descubrir qué rama o especialidad del conocimiento es la que siente como propia antes de dedicarse a ello en forma plena; siempre al servicio de la “armonización de las personas”.
Hay quienes encuentran su lugar en terapias ligeramente diferentes a la medicina ortodoxa; buscando la posibilidad de ayudar a otros, a través de, la “Fitoterapia, o sea, el mundo de las plantas, otros a través de la “Homeopatía”, la cual ofrece una filosofía y una acción muy distinta de la “Alopatía”, a través de los incentivos de los procesos fisiológicos del ser, sin suplantarlos.
Hay quienes descubren que el organismo humano, responde también, a estímulos que son “invisibles” o “energéticos”; dedicándose a la “Acupuntura, Digitopuntura, la Reflexología Podal y Manual y otros”. También hay micro sistemas corporales, de los cuales se vale la “aurículo terapia y la Iridiología”, para su estimulación. Otros métodos podrían ser la “Cromoterapia, la músicoterapia o la imposición de manos”.
Luego de haber encontrado el ser o la persona aquella “Ciencia Alternativa que Satisfaga su Naturaleza”, sería deseable una “honesta y real capacitación” durante un largo período; antes d comenzar a ayudar a los demás. Quizás sería conveniente también formación con bases firmes en “Filosofía, Ética y Metafísica”, que dieran el sustento primordial necesario, para un mejor entendimiento de la terapéutica y así poder ayudar a encontrar un mejor diagnóstico, en relación a la disfunción expresada por el consultante o el paciente.
En mi opinión  el diagnóstico más correcto es el resultante de la formación y la experiencia profesional.
Así no sólo estaría capacitado con los conocimientos “técnicos necesarios”, sino que, tendría una más firme base, dado el nivel de responsabilidad propio, ante la técnica instaurada.
Por eso la búsqueda del área terapéutica acorde a su naturaleza, es tan importante, le lleve el tiempo que sea necesario, a cada Ser.

Poesías - "Las Lecciones De La Vida" (por Azrael) - "La Muerte Del Cisne" (por Uriel)

por Azrael

Las Lecciones De La Vida

La luz cerró la noche de mis días.
Alejado está el demonio que tentaba
a mi espíritu con tanta rebeldía,
sin causar otra cosa más que trabas.


Apuraba el corazón a la razón.
Apuraba, sí, pero ella no cedía.
Cómo puede ser posible, corazón.
Quieres dar rienda suelta a tu alegría.


Y qué tiene eso de malo, pienso yo.
¿Es que acaso, no se dan así las cosas?
Todo vino en la tormenta, como un rayo.
Como cuando alguien ofrece así, una rosa.


Oí gritar “Al abordaje mis valientes”.
Sin saber a qué se estaba refiriendo
esa voz, que resonaba entre mis dientes.
Que sigo sin saber, si está mintiendo.


¿Y qué importa si es que miente?,
en todo caso,
sólo habrá que confirmar esa mentira.
Y después, ¿qué habrá después?
¡Y qué me importa!
Son sagradas las lecciones de la vida.



por Uriel

La Muerte Del Cisne

En el crepúsculo del amanecer,
aún cuando todavía
en el firmamento brillaban
las conciencias estelares,
el ave blanca y rosada
se disponía abrir una vez más
sus grandes ojos oscuros.
Alzó su pequeña cabeza
hacia lo más alto de cielo.
Parpadeó varias veces,
entonces abrió sus grandes alas,
hundiendo su fino pico
en el fondo del lago
y se refrescó.
Se dispuso, entonces,
a tomar su vuelo matutino.
A pesar de sus años,
tomo velocidad lentamente,
la justa y necesaria.
Para despegar. Para volar.
Para planear, para subir y bajar.
Para observar toda la planicie.
Su silueta se dibujaba
en el anaranjado rojizo del nuevo día.
Desde lo alto saludó a todos
los demás animales,
que en el lago habitan, sin excepción,
incluso los más despiadados.
Así estuvo durante largos minutos.
Subiendo, bajando y planeando.
Luego de un perfecto aterrizaje,
fue en busca de su último desayuno.
Ingirió todo lo que pudo,
hasta saciar su apetito.
Todos la miraban asombrados.
Con miradas intrigantes.
Con miradas expectantes.
Se la veía, blanca, serena,
radiante como nunca.
De color plata rosado.
Hasta el mismo sol
estaba asombrado
de su propia brillantez.
Con su mirada les dijo:
es mi último día entre ustedes.
Se despidió de todos.
Uno por uno.
Sus enemigos, con resignación,
le saludaron con alegría y en paz.
Luego descansó, de pié,
como toda su vida…
Con la mirada perdida en el horizonte,
esperó la hora del atardecer.
Nuevamente se refrescó.
Alzó su cabeza hasta lo más alto del cielo.
Con sus finas, delicadas y largas patas
se dispuso a tomar vuelo.
Todos los demás le cedieron el paso.
Con lágrimas del sol la despidieron.
Hasta que se alzó en el aire,
puro y sereno.
Una vez más subió y bajó,
para planear sobre toda la planicie.
Hasta que su vuelo
se perdió rumbo al norte.
Así, su silueta,
por última vez,
quedó estampada
en el rojizo sol del atardecer.

Tao Te King (Escritos En El Sentido Necesario) - Capítulo II

por Zedekiel

 Tao Te King
 Escritos en el Sentido Necesario

Lao-Tse


La Esencia


La esencia del vacío
provee al Sentido.


El Sentido parece
no saciarlo.


Los diez mil seres provienen
de ese vacío esencial,


tenue, simple, sencillo,
perceptible hasta en el polvo.


En lo profundo, en lo trascendente,
funda su perseverancia.


Desconocido es su origen,
más allá del primero entre los primeros.


Cuento "El Prodigio" - Prólogo

por Azrael

Cuento "El Prodigio"

Prólogo

Esta no es una historia más...aunque podría haberlo sido. Su entorno, no difiere mucho del que puede encontrarse en algunos lugares de la época actual. El espacio físico, en esas zonas, casi no ha sufrido alteraciones. La apariencia física, salvo algunos detalles menores, tampoco ha sufrido cambios: sigue siendo apariencia, a dos metros o a miles de kilómetros. El amor sigue siendo amor en todas las épocas, pero sólo el verdadero, mantiene esa característica. Aquí o allá. Las formas de pensar, en relación a él, difieren de sociedad en sociedad, pero el poder de análisis nunca ha dejado de ser necesario, sea donde sea. La verdad es la verdad, donde quiera que nos hallemos, por más que a veces, se la quiera disfrazar con atuendos estéticamente impecables.
La entrega a un ideal, ha existido desde siempre, con distintos resultados, es cierto, pero no desiste, si dicha entrega es transparente y sincera.
El apreciar la medida justa de las cosas es difícil, unas veces más que otras, pero se simplifica al escucharse a uno mismo.
Más allá del amor…  Sí. Existe algo más allá del amor: más amor. Pero es de una naturaleza tan sublime que, rara vez se percibe o se sostiene. Para sostenerlo, la autoridad interna necesaria, debe ser igual de sublime, que el amor que equilibra. Y entonces, queridos lectores, luego de toda esta travesía, terminamos encontrándonos realmente con nosotros mismos. ¿Se atreven a encontrarse con ustedes mismos? Mientras lo piensan, permítanme contarles la historia de dos Seres que pudieron hacerlo…

Tai Chi Chuan - "Un Drama Arquetípico"

 por Damián

 T'ai Chi Ch'uan
Un drama arquetípico

La forma del Tai Chi Chuan, tiene varios niveles de comprensión, que van de lo más superficial, a lo más profundo. Lo más superficial es el nivel físico de la forma, luego le sigue el nivel energético, el emocional, el mental y finalmente el espiritual, que es el más profundo. El objetivo de la práctica es doble, pero solo en un primer nivel, pues debajo de este doble objetivo subyace un objetivo oculto. El doble objetivo es, por una parte, aprender a sanar el Ser que uno Es, y por el otro es aprender a defenderse de las agresiones de los seres que, desde el medio externo, nos quieren hacer daño. Por eso se dice, que el Tai Chi Chuan, es el arte de la sanación y el arte de la defensa. Esencialmente este arte es Vitalidad y Salud; pero sin embargo, la dinámica del mundo coloca al practicante en una situación de permanente defensa del medio externo; ya que las agresiones del mundo externo no son sólo físicas, sino que se despliegan en un abanico energético, emocional, mental y espiritual. De modo que hay dos actos fundamentales que realiza el practicante, el primero es defenderse para recuperar la tranquilidad que le es propia, y en segundo lugar, en la medida en que consigue este estado de paz interior, dedicarse a curar las heridas causadas por aquellas entidades que durante mucho tiempo se alimentaron de su dolor. Y en la medida en que se cura a sí mismo, ayuda a curar a los que lo rodean,  por el simple hecho de entrar en contacto con ellos. De aquí la concepción del Tai Chi Chuan, como un drama arquetípico. Su mismo nombre nos lo dice: “Combate con sombras”. El Tai Chi Chuan es el arte de recuperar la luz interior.
Pero para comprender esto, es necesario sumirse en un mundo metafórico, ya que, desde un punto de vista holístico, la forma misma del arte, cuenta arquetípicamente, el drama de cada Ser Humano, y de la Humanidad Misma. Pues el mundo de imágenes que disparan sus movimientos, son de tal naturaleza que, la gestualidad adquiere la cualidad de símbolo vital, cuyo lenguaje le habla no solo a la razón, sino que al expresarse de manera quíntuple, le habla a la materia, a la energía, a la emoción, a la mente y al espíritu. Ya que, a lo largo de la forma, el cuerpo va adoptando diferentes posturas, las cuales representan diferentes realidades del universo, y en la medida en que el practicante va transitando todas esas posturas, va transitando igualmente las realidades mismas que representan, ya que él mismo es un universo en miniatura, y al adoptar el gesto de un tigre, se análoga con el tigre, y se genera una relación especular, en la cual él descubre la esencia felina que dormitaba en él, pero de la cual había permanecido inconsciente hasta el momento.
Este camino de descubrimiento, progresivamente, lleva al conocimiento de diversas entidades que durante mucho tiempo usufructuaron con la energía propia del practicante, utilizándola en detrimento de su libertad. Y al tomar conciencia de esto, el practicante debe hacer todo un trabajo de recuperación de sus vehículos. La metáfora que subyace a este trabajo, es la de: “El Guerrero que debe recuperar el Reino, que le fue arrebatado por un Rey extraño, venido de una tierra lejana”.
El combate que debe liberar no es un combate manifiesto, sino que es interior. La concreción de este drama se da en el plano subjetivo, y el mundo exterior comienza a ser un simple espejo de lo que sucede en el. Sanar y defenderse son el Yin y el Yang, del círculo del Tai Chi. Sin embargo detrás de este doble objetivo del arte, se esconde el objetivo oculto, que es síntesis causal de los dos. Para que un drama sea tal, es necesario además de actores, que haya al menos un espectador. Y el espectador principal de este drama, es El Ser que Soy, que dirige los movimientos desde lo trascendente, es Director, en cuanto que es el espectador central del drama. La naturaleza quíntuple del ser humano y de la forma, es solo la parte vehicular, la parte dramática, y es real en tanto drama manifiesto. Sin embargo, detrás de este drama hay una realidad más profunda, y esa es la Realidad del Ser que Soy. En esta instancia de mi existencia, los opuestos no condicionan los actos. Los parámetros de acción exceden la comprensión de este plano manifiesto, ya que el fundamento de este conocimiento, es la certeza del influjo trascendente en la conciencia concreta. El contacto con lo trascendente es intransmisible, y solo se da por experiencia subjetiva y concreta.
El Tai Chi Chuan es una práctica que tiene como objetivo despertar nuestro ser concreto, a una realidad más profunda, con el objeto de recuperar la luminiscencia innata de nuestro Ser Esencia, cuya inefable pureza, no se manifiesta a los cinco sentidos, sino solamente al sentido interior.


lunes, 7 de junio de 2010

Astrología - Los 12 Arquetipos Zodiacales: Aries


por Uriel

Los 12 Arquetipos Zodiacales


Aries

En la nota anterior, les anuncié que estábamos en condiciones de conocer cuales son los 12  signos del zodíaco, o mejor dicho “los 12 Arquetipos Zodiacales”.
Quizás uds. se pregunten de dónde proviene, o bien  quien o quienes les puso ese nombre. Como ya he dicho antes, todo proviene de una historia que ni siquiera recordamos. Una historia que proviene desde antes que esta humanidad existiese; la cual ha perdurado hasta en el presente.
Presentemos, entonces, a esta humanidad ansiosa, un nuevo esquema de trabajo, que a partir de ahora, pueda comenzar a responder todo aquello, que la ciencia moderna y la tecnología de “punta” de hoy en día, muchas veces no puede responder, o bien explicar fenómenos que no guardan relación alguna con los hechos reales y concretos. Pero dejemos de lado el sentido filosófico y metafísico de la “astrología” para más adelante y conozcamos los 12 arquetipos zodiacales por su nombre: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario, Piscis.
Cabe aclarar que en cada nota, a partir de esta, iremos conociendo en forma particular cada uno de los doce signos en su estado puro. Conocerán sus cualidades genéricas y las diferencias que existen, en lo que se conoce, como el representante superior y el representante inferior, o sea, el buen o mal representante de c/u ellos.
En esta ocasión conocerán al 1er arquetipo zodiacal que es Aries.
Al referirnos al “Ser de Aries”, nos referimos al Ser Humano, mujer u hombre de dicho arquetipo. El mismo va por un camino trazado desde su ser interior; esto se debe a sus características generales, que debido a su polaridad, son extrovertido, dinámico y activo.  En cuanto a su ritmo, posee la característica fundamental de ser un Ser “impulsivo”, lo cual no significa que sea agresivo, sino todo lo contrario, es de una gran “iniciativa”; dado que pertenece, al igual que los seres de Leo y Sagitario al elemento “Fuego”.
El mismo se halla en la vida guiado por un gran sentido del poder realización, como una especie de “imperativo interno”, que lo impulsa hacia adelante, muchas veces sin mirar a los costados, a través de su propia ley o ideal, o sea,  de su Yo Voluntad; lo cual le permitiría vencer todos los obstáculos que se le presenten en su camino; esto hace que sean sumamente voluntariosos. Para ellos no importa cual es el origen de dichos obstáculos, sean, físicos, mentales o morales, pues, les importa y mucho cumplir con su “Yo Voluntad”, por lo cual muchas veces lo muestra, como un ser poco diplomático para hacer o decir las cosas; así mismo es un ser simple, sencillo ordenado y decidido.
Todos esos impulsos se deben a la existencia de un “imperativo interno”, que ellos sienten como una fuerza: “Moral o de Justicia”, lo que lo hace ser netamente un “emprendedor y conductor de dicha fuerza”; para lo cual debemos relacionarlo con el órgano físico que lo rige, que es la “cabeza”. Para ellos es aquella parte del cuerpo que, al estar apuntando hacia el cielo, es donde albergan y parten las órdenes de su “yo interior”.
Esotéricamente hablando podemos decir que, este órgano se relaciona con el chacra superior o coronilla o de los mil pétalos, que le permite recibir desde lo divino, esa fuerza inspiradora; para lo cual deberá esforzarse por mantenerla abierta. Siempre y cuando se mantenga así, podrá ser un gran protagonista en su vida.
El Ser de Aries va por el camino de la vida, trazado por el mismo e impulsado por su propia inspiración que, lo conduce hasta su objetivo final, de la manera o forma en que proceda y conduzca su “yo voluntad”. Además de haber ido aprendiendo, a través de los contratiempos, que se le hayan presentado, radicarán las diferencias entre el representante “superior o inferior de este arquetipo”. Con ello no nos referimos a su estatura, sino al proceder de sus conductas en la vida cotidiana. Es aquí donde ese destino pre-establecido cósmicamente o determinado por uno mismo, lo lleva a cabo o no, pudiéndolo llamar “Libre Albedrío”.
El Ser Superior de Aries se halla representado por aquel que lleva hacia delante esa fuerza o ideal moral o de justicia, a través de su propia iniciativa y su carácter conductivo; siendo él, el conductor y director de dicho ideal; para lo cual deberá ser firme y decidido a fin de continuar un camino “ideal” hacia su objetivo. Así mismo es exigente con quienes lo rodean  y acompañan en esta brava travesía, sin cobardías y sin claudicaciones; manteniéndose firme en si mismo, a través de su carácter conductivo, hasta ser considerado un “Héroe”. Muchas veces se lo puede ver y observar en actividades que así lo requieran; llevando una vida sumamente activa y disciplinada. Ello se debe a su potencial regente que es Marte.
En cambio el ser inferior de Aries, también goza de las mismas cualidades y actitudes heroicas y conductivas que el superior. Cabe preguntarse cuál es la gran diferencia, sin duda alguna es aquella que lo muestra como un “gran conductor pero,  a través de su gran poder de Seducción”. Es un ser que se caracteriza por su oportunismo, carente de un ideal firme, seguro y sostenido; la falta de intuición e inspiración en ese ideal, lo lleva a perderse por infinitos caminos mostrando algo así como un espejismo, o sea, algo que parece ser pero que no es.
Su gran poder de “Seducción” lo lleva imponer siempre su propia personalidad y voluntad a quienes están a su lado, siendo él quien sólo se conduce; la mentira; la calumnia; el abuso de confianza y la indiferencia por la dignidad de los demás es una constante; como comúnmente se dice: “pasar sobre cadáveres”.
Lo más difícil está en saber diferenciar las características del superior y del inferior. Para ello debemos ser observadores de sus conductas y actitudes, en su forma de conducir un grupo de personas, viendo un ser seguro y firme de si mismo, capaz de emprender una gran lucha, por un gran ideal justo y moral; no de someter a quienes lo acompañen  en su empresa; sino que, se sientan conducidos y no seducidos por un objetivo fantasma que no tiene fin; obviamente con Dignidad y Voluntad.


Dhammapada: Consejos Del Buddha - Capítulo II (Versos Selectos)

por Zedekiel y Azrael

Dhammapada
Consejos Del Buddha
Capítulo II
Honestidad

La veracidad es el sendero que nos lleva hacia la realidad posible (Nirvana), la actitud egoísta es el sendero de la realidad ilusoria (virtual). Los honestos viven, los deshonestos es como si vivieran, muertos.
Si un Ser honesto se ha puesto en movimiento, aun contra sus deseos, olvidándose de todo lo demás, si sus acciones o hechos están libres de las máculas del egoísmo personal, si actúa respetando y considerando al prójimo, teniendo su comportamiento bajo sereno fluir, desde el interior de su ser, y vive de acuerdo a lo que él realmente es (Dharma) (1), -entonces la bienaventuranza será una realidad presente.
Los tontos se nutren de la vanidad; los aprovechados, del conocimiento deshonestamente empleado. Aquel que va en busca de la sabiduría encuentra en la honestidad un sano refugio ante la tempestad del mundo.
Cuando el Ser humano ha aprendido que la honestidad rehuye el camino de la vanidad, él ha comenzado a encontrar la escala que le permitirá acceder a una mayor realidad, sólo allí podrá comprender el por qué de observar con respeto a los demás y comprenderlos, y serenamente contendrá en sí mismo a la sedienta multitud en su peregrinar, como la montaña que halla continuidad en el valle.
Honesto entre aquellos que viven en la ilusión, atento entre los somnolientos, el Ser consciente así se torna diligente, dejando atrás lo que ya no es necesario.
El buscador de sí mismo, expresando honestidad, no prestando atención a las distracciones que la mente le propone, se libera de las ataduras que él mismo se fabricó.


Notas:
(1) El Dharma (Ley) es la realidad, que vive en el interior de cada ser.



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