Notas... Al Pasar: "Estúpidos, Animales"

Por Uriel

Estúpidos, Animales

 
De alguna forma hay que decirlo y expresarlo cuando la bronca y el enojo nos provocan un gran descontrol.
La pregunta es ¿a qué me estoy refiriendo? Y ¿a quiénes?, también.
De una u otra forma el mundo cotidiano en el que vivimos y nos relacionamos los seres humanos, ha cambiado vertiginosamente. Dado que no se encuentra de acuerdo o no concuerdan los tiempos como se vive hoy en día con los de los años '40, '50, '60 y los '70;.. y aún más si los comparamos con los últimos 15 años.
Ni los niños, ni los adolescentes y jóvenes de hoy en día se les parecen en nada, en su nueva forma de “ser" o "parecer” a quienes les duplican la edad.
Pareciera que hubiese ocurrido una gran eclosión en todos los niveles sociales de la humanidad, profundizando y ensanchando la brecha que nos separa; en otros no es tanto y en algunos casos, aún hoy en día viven bajo una gran “autorepresión”; sin saber o conocer hacia dónde escapar.
A muchos seres adultos, el comportamiento de esos “jóvenes”, les parece descontrolado, rebelde, despiadado y hasta anárquico e incontrolable; tal vez, de hecho, sea así, y cuando se salen de contexto o forma de vida de los adultos, los catalogamos de “Estúpidos, Animales”,… Puede ser que así sean o no, dado que, así siempre los metemos en la misma bolsa de gatos y les propiciamos las más terribles de las represiones y castigos; teniendo que saldar la cuenta, “justos por pecadores”.-
Entonces la pregunta es ¿ podemos volver el tiempo atrás, cuando las decisiones ya han sido tomadas y determinadas por desconocidos? ¿Es ético y moral el modo en que vivimos y educamos sin ejemplo de lo que decimos o, mejor dicho, no será que esos ejemplos ya están o se encuentran obsoletos?
Pienso que deberíamos  darle un nuevo sentido a nuestras vidas para quienes vienen detrás nuestro en el camino de la vida, el cual ya bastante sinuoso y lleno de piedras se encuentra, piedras que nosotros mismos hemos sembrado hace un tiempo no muy lejano,…
Bueno sería encontrar un punto de equilibrio que nos permita “evolucionar”, de acuerdo a las “necesidades individuales, grupales y colectivas”, del género “humano”.