Imagen: Letianuha
Astrología Espiritual
Karma – Dharma
Reencarnación – Encarnación
(5ta parte)
Conclusiones
Muchas son las veces que escucho y oigo hablar en reuniones o en conversaciones por la calle, cuando se refieren a un conflicto de gran dureza, de que todo es o esa situación es un Karma a vivir o superar; y asimismo vengo notando que es la única palabra que existe en boca de todos y que, la acción, por llamarlo de alguna forma, es que sólo estamos para “pagar" o "saldar” ese karma o varios más, o que tal o cuál cuestión que nos toca vivir es un “karma".
No voy a discutir si todo lo negativo de la vida es o no un Karma.
Toda la humanidad tiene, en forma individual, grupal o colectiva, que saldar cuestiones de orden “Kármico”.
El hecho es que este asunto se ha popularizado y vulgarizado demasiado, y ha perdido su concepto básico original; a tal punto que todo ser o sociedad conciente lo ha incorporado como una situación sumamente negativa; llega al punto de infundirles “miedo o temor”; lo cual no es así.
Sí. Es una situación bastante fea, molesta y negativa, pero no para temerle tanto.
Como establecí en mi primera nota de esta conferencia, en el ejemplar N° 47, publicado en Julio del año pasado, hay que conceptualizar correctamente lo que es Karma y Dharma, y, más aún, deberíamos acostumbrarnos a esta –Dharma – ya que es de lo que menos se habla, se difunde y se conversa.
Karma: “es la acción moral que ejercemos en relación a una o varias situaciones conflictivas, que la vida o bien nuestro destino nos hace enfrentar, y que, de acuerdo a nuestro libre albedrío o decisión, no es de vuelta en esta u otra vida con mayor pesar que antes”. También se puede agregar que es la sumatoria de muchas acciones en consecuencia de varios conflictos sin resolver, vida tras vida”.
Dharma: “es la acción ética de la palabra que también es determinante en conjunto con la acción moral llevada a cabo de acuerdo con la decisión tomada”.
Ambas acciones pueden ser de: “Mérito" o "Demérito”, pudiendo ser o no, negativa o positiva dicha acción; sólo sabremos si fue o no lo fue cuando ejercemos el “libre ejercicio de elegir por nosotros mismos” ante las dificultades que la vida nos enfrenta diariamente.
Ahora bien; si el Karma está representado por el Potencial Saturno, en la cábala lo está mediante la sephiroth Binah, la Justicia Divina.
Si la acción del Dharma se encuentra representada por el Potencial Urano; en la cábala lo está mediante la sephiroth Hochmah, El Amor Sabiduría; ambas, en conjunto con Neptuno-Kether, son los que conforman la Tríada Espiritual o Divina, la parte superior de nuestro Árbol de la Vida, al cual deberíamos aspirar a alcanzar en nuestro viaje evolutivo.
Es posible que en esta vida nuestro destino nos sorprenda con más de una situación conflictiva a enfrentar y resolver; la cuestión está en no enloquecerse queriendo resolver “todo”, dado que el tiempo no nos alcanza para ello; pero, si es posible, “hacer”, en la medida de lo que se pueda, es equilibrar las fuerzas en conflicto con una acción dhármica. Y acostumbrarnos también a que el “Dharma” es posible como factor determinante de nuestras vidas.
No voy a discutir si todo lo negativo de la vida es o no un Karma.
Toda la humanidad tiene, en forma individual, grupal o colectiva, que saldar cuestiones de orden “Kármico”.
El hecho es que este asunto se ha popularizado y vulgarizado demasiado, y ha perdido su concepto básico original; a tal punto que todo ser o sociedad conciente lo ha incorporado como una situación sumamente negativa; llega al punto de infundirles “miedo o temor”; lo cual no es así.
Sí. Es una situación bastante fea, molesta y negativa, pero no para temerle tanto.
Como establecí en mi primera nota de esta conferencia, en el ejemplar N° 47, publicado en Julio del año pasado, hay que conceptualizar correctamente lo que es Karma y Dharma, y, más aún, deberíamos acostumbrarnos a esta –Dharma – ya que es de lo que menos se habla, se difunde y se conversa.
Karma: “es la acción moral que ejercemos en relación a una o varias situaciones conflictivas, que la vida o bien nuestro destino nos hace enfrentar, y que, de acuerdo a nuestro libre albedrío o decisión, no es de vuelta en esta u otra vida con mayor pesar que antes”. También se puede agregar que es la sumatoria de muchas acciones en consecuencia de varios conflictos sin resolver, vida tras vida”.
Dharma: “es la acción ética de la palabra que también es determinante en conjunto con la acción moral llevada a cabo de acuerdo con la decisión tomada”.
Ambas acciones pueden ser de: “Mérito" o "Demérito”, pudiendo ser o no, negativa o positiva dicha acción; sólo sabremos si fue o no lo fue cuando ejercemos el “libre ejercicio de elegir por nosotros mismos” ante las dificultades que la vida nos enfrenta diariamente.
Ahora bien; si el Karma está representado por el Potencial Saturno, en la cábala lo está mediante la sephiroth Binah, la Justicia Divina.
Si la acción del Dharma se encuentra representada por el Potencial Urano; en la cábala lo está mediante la sephiroth Hochmah, El Amor Sabiduría; ambas, en conjunto con Neptuno-Kether, son los que conforman la Tríada Espiritual o Divina, la parte superior de nuestro Árbol de la Vida, al cual deberíamos aspirar a alcanzar en nuestro viaje evolutivo.
Es posible que en esta vida nuestro destino nos sorprenda con más de una situación conflictiva a enfrentar y resolver; la cuestión está en no enloquecerse queriendo resolver “todo”, dado que el tiempo no nos alcanza para ello; pero, si es posible, “hacer”, en la medida de lo que se pueda, es equilibrar las fuerzas en conflicto con una acción dhármica. Y acostumbrarnos también a que el “Dharma” es posible como factor determinante de nuestras vidas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Su comentario es apreciado. Muchas gracias.