Filosofía Analógica
La Creación
Del mismo modo en que un niño nace fruto de la unión amorosa entre un hombre y una mujer, nuestro universo nace también fruto de la unión amorosa entre dos dioses. Tal como es arriba es abajo, tal como es en el Microcosmos es en el Macrocosmos. Todos los seres surgen de este modo, aún la pareja de divinidades que dio origen a nuestro universo.Hay sin embargo, aparte de los principios masculino y femenino, un tercer principio que es de carácter neutral y anterior a éstos. Y es de este último del cual nace la totalidad del universo, de un modo diferente a la unión de los opuestos. En esta instancia neutral, la creación se realiza de modo misterioso, y no cabe ningún intento de explicación, ya que pretender decir, o pensar algo respecto de esta causa primerísima, es una pretensión fútil. De todos modos, es posible aproximarnos al modus operandi divino, a partir de los números, con lo cual podemos decir que el cero es el principio neutro; el uno, el principio masculino y el dos, el principio femenino. Si bien el principio neutro no es pasible de ninguna polaridad, se da sin embargo una relación de oposición entre el uno y el cero, en cuanto a que el uno es algo manifiesto y cero es algo inmanifiesto. De modo que en este primer encuentro arquetípico, el cero tomaría un lugar activo y el uno un lugar pasivo, ya que el cero es causa del uno. Este razonamiento, a pesar de su contradicción, encierra la clave maestra de transformación universal: nada existe por sí mismo, sino que lo hace siempre en relación a otra cosa. Y en este vínculo los roles y las polaridades cambian constantemente según sea el punto de vista desde el cual uno esté percibiendo la realidad.
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