Los Olfas De Siempre
¡Ah, mamita!... ¡qué nota la de este mes!...
¿Podrá ser que, algún día el autor de estas notas, cambie de tono o escriba algo con más sentido y menos agresivo?...
Sí, podría ser, pero no lo es, ya que esta sección fue creada para mostrar justamente las cosas que, suceden en lo cotidiano, y que por ser así nunca les prestamos atención.
No sé en otros países, pero aquí en el mío, es común diferenciar y discriminar aquellas personas que a lo único que, se dedican, es a “chuparle las medias” a un jefe en el trabajo, a un grupo de personas en la sociedad o bien a alguien o a varios seres que ocupan puestos jerárquicos a nivel privado, público y gubernamental,… como también hay muchos gobernantes que lo hacen con otros gobernantes de otros países…
¡En fin!... Son seres que, por momentos aparentan ser equilibrados, serios por sus opiniones, que proceden con ética y moral profesional; que escriben y dicen lo que tienen que decir y sobre todo sin escrúpulos… y cuando tienen que criticar critican y cuando no, no… ¡vaya si lo hacen!
Por desgracia siempre hay uno o varios que son la excepción a la regla. Son aquellos que siempre viven pegando y pegando al más vulnerable o al que más mal hace las cosas o que ellos dicen que las hacen mal, no logrando conformar algo sustentable en su quehacer; y llegada la ocasión deslumbran a todos maravillosamente con una gran hazaña. Es ahí cuando se da vuelta la “tortilla” y todos, pero todos, los que lo criticaban pasan a alabarlo como si éste fuese el “espíritu santo o un genio creador, alguien o algunos que hicieron perfectamente bien las cosas”,…
Mientras tanto durante mucho tiempo lo pusieran por el piso y hasta lo o los usaran como comodín y de buenas a primeras, esa persona o institución lo tratan como si nunca lo hubiesen maltratado y lo llenan de honores y medallazas por el gran logro conquistado.
Me pregunto yo, ¿eso no es ser mal intencionado?, ¿eso no es ser olfa, chanta, chupa medias, lame…? etcétera…
Ayer se lo destruía a mansalva; a veces más, otras veces menos; y hoy se lo coloca en un pedestal; se le hace un monumento, hicieron todo bien…
¡Qué farsantes, qué poca ética, qué poca moral, qué bajeza!...
¡Son corruptos morales!...
Carecen de juicio y discernimiento y por ende, de honestidad y credibilidad.
Son sembradores de discordia…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Su comentario es apreciado. Muchas gracias.