Sueños
Ángel y Pyros

La historia no está mal, le dije yo, pero... (en realidad me molestaba la devoción con la que hablaba, esa necesidad de separar los que tienen fe de los que no, los de corazón puro de los que no, como si Dios no existiera en todas partes y en todo lugar. Ese aire papal. Sé que Dios es todo, que los ángeles tañen sus pyros y muchísimos instrumentos más, pero me molesta esa devoción tan artificial de ciertas personas, seguramente sea un defecto mío) Yo tengo otro modo de explicarlo, quizás mas organizado, terminé de decir.
Él me miró y esperaba en silencio. Yo tomé una servilleta que había en la mesa, estábamos en un café, y dibujé el árbol de la vida. Él me miraba y cuando descubrió lo que estaba haciendo sonrío irónicamente...
¿Conoces este símbolo? Pregunté.
Sí, me respondió. Y hacía todo tipo de caras sarcásticas. Se levantó de la mesa y se fue.
Yo me quedé sentado, hablando con otra persona más que estaba sentada en la mesa y había visto toda la situación.
En eso el joven aparece de vuelta, esta vez cargado de libros santos, dispuesto a realizar un congreso de teología de ser necesario para convencerme de la necesidad de la fe, el buen corazón y los valores religiosos de la línea ortodoxa.
Ojalá que un ángel haga sonar su pyros en este momento para borrar de la mente de este buen muchacho toda su sed intelectual y teológica, pensaba yo mientras me preparaba para lo que venía...
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