Sueños

por Viento De La Mañana

Sueños

La Sombra en El Placard

Estoy en mi casa, en mi habitación. Hago algunas cosas cotidianas y de pronto me doy cuenta que se trata de un sueño... No quiero ponerme nervioso para que la visión no se disipe. Camino por dentro de mi casa, la ventana está abierta, pero no salgo, otras veces al salir la cohesión del sueño se ha esfumado. Me quedo allí y reparo en una marioneta que está colgada de la puerta del placard. La miro, me concentro en ella y con mi pensamiento la atraigo hacia mí. Se desprende de su gancho en la puerta y flota hacia mí. Pareciera animada, la tomo entre mis brazos y la aprieto como si se tratara de un cachorro. Se mueve como si tuviera vida. Miro al placard y veo la sombra de la marioneta que permanece allí. Nuevamente con mi pensamiento la atraigo hacia mí. La sombra flota hasta mis brazos y la fundo con su marioneta. La sombra también está viva. Se mueven entre mis brazos. Una idea me viene a la mente, que es que la marioneta y la sombra me pertenecen, yo soy la marioneta y ella es mi sombra... Veo un tubo de papel y lo atraigo nuevamente con mi pensamiento. Estoy probando qué se puede hacer despierto en un sueño... De pronto siento un ruido. Miro para atrás y es mi esposa que se acerca a mí. Me habla cotidianamente. Pienso que tal vez el sueño ya terminó, que estoy despierto. Es todo muy real. Ella me sigue hablando, su aspecto sin embargo no me es del todo familiar. Mis ojos están desmesuradamente abiertos, antes de que ella entrara estaba mirando las plantas del patio y su brillo me emocionaba infantilmente, verlas era todo el universo. Pero ahora, sin saber si estoy en la vigilia o en el sueño, me desconcierto, no sé cómo comportarme. Me desconcierta la presencia de este ser que dudo que sea mi esposa. La sigo y veo que algunas cosas pasan... el picaporte de repente no está, y cuando lo advierto al instante aparece. Veo un clavo en la pared que no tendría que estar y cuando lo advierto desaparece. Me doy cuenta de que continuo en el sueño y este ser, que ahora sé que desconozco, hace todo lo posible para simular la vigilia, pero es evidente que continuo dentro del sueño. Lo enfrento, busco su mirada y descubro la farsa. Su mirada de reptil y su patética forma de adornarse me da la certeza de que se trata de un impostor. Se ha disfrazado para atraer mi atención. Con mi pensamiento lo despojo de su disfraz y queda solamente una masa sin forma color gris, que flota frente a mí. Lo llevo al patio y lo arrojo a la casa del vecino. La masa queda estancada en lo alto de la pared que separa las casas. Aunque no tiene ojos, sé que me observa, luego se cae para el otro lado. Yo quedo en el patio, aún despierto en el sueño, pensando en la marioneta y su sombra. Pienso que la sombra acaba de venir a visitarme disfrazada y que siempre se disfraza cada vez que quiere acercarse a mí. Es la única forma que tiene de hacerlo y estar cerca mío. Abrir los ojos, mantener la calma, equilibrio, enraizamiento, fluir, hilo de seda... son palabras que acuden a mi pensamiento, como frutos que nacen de un árbol lejano...