por Zedekiel
Dhammapada
Consejos Del Buddha
Capítulo XX
El Sentido
El Sentido se instrumenta del Noble Óctuple Sendero como llave hacia el portal trascendente, mostrando en las Cuatro Nobles Verdades la realidad a experimentar en este mundo; su enseñanza esencial es aquella que nos conduce al significado del desapego, despertando al Ser humano a una realidad mayor, como posibilidad evolutiva.
A través del hallazgo del Sentido, la inteligencia tiene una posibilidad de desarrollarse. Esfuérzate por percibir el Sentido, que no es externo ni interno, simplemente es; todo lo demás es solamente un estado anterior necesario, que nos prepara para el contacto posible en él.
Al sostenernos y participar del Sentido, el dolor ya no encontrará dónde herirnos. El Sentido no puede ser mostrado por nadie, uno mismo es el que lo alcanza, uno mismo es quien no lo encuentra.
Los que han transitado el Sentido, antes que nosotros, dejan huellas que no se adecuan a nuestros pasos: sólo nosotros podemos transitarlo por nosotros mismos; ni siquiera el anuncio que hacen de él, es confiable para nosotros. Uno de los resultados de ser y participar en el Sentido, es que el portal de la muerte nos comunica, con un mundo que no difiere esencialmente de este.
Toda manifestación en este mundo tiene su fin. Al tomar conciencia de tal realidad, al ampliar la percepción consciente, el Ser queda liberado de la causa temporal del dolor. Es parte de la enseñanza en el Sentido.
El apego a la existencia temporal es causa de pena, tristeza y dolor. Es una primera manifestación de la enseñanza en el Sentido, necesaria a la evolución de los Seres.
El mundo de las formas es vestidura de un Sentido más real.
Aquel que no hace el esfuerzo de tratar de despertarse a sí mismo, cuando el momento ha llegado, dado que su conciencia todavía no ha logrado resolver situaciones temporales, aquel que todavía no está preparado en voluntad y entendimiento, está fabricando una nueva oportunidad de evolución en un futuro posible.
Desde el silencio de la necesidad interior, sería recomendable que el Ser obrara en consecuencia. El Sentido sólo lo conducirá hacia su necesario destino.
El conocimiento hallado, si es veraz, despierta regocijo del Ser interior. La esencia auxilia a la conciencia, a través de esta forma de discernimiento.
Si lo crees necesario y el tiempo ha llegado, tala el bosque de lo que ya no necesitas o déjalo en pie, para que otros se aprovechen de sus frutos.
El amor entre los Seres, debe fluir como vertiente que nutre el alma que los cobija, en forma natural, honesta, sincera, sin segundas intenciones y el Sentido, así, manifestará su regocijo. Las reglas de conducta esclavizan a los Seres que comparten su inseguridad, por no atreverse a ser ellos mismos.
Transforma el amor personal en manifestación del amor puro, que surge por necesidad de tu espíritu interno, comparte tu luz, regocíjate en el Sentido, y la sensación de liberación te habrá alcanzado.
El sitio en el cual nos encontramos, fue elegido por nosotros, para poder vivir la experiencia necesaria.
Todo tiene su término, nada es permanente. ¿Será necesario tomar alguna decisión?
¡Familiares, amigos! ¿Quién podrá ayudar a aquel que no se ayuda a sí mismo?
El Sentido ha de encontrarse en el Sentido mismo, que anida en el interior de los Seres. ¿Quién de nosotros se atreverá?