Soplan Vientos De Cambio...


lunes, 19 de diciembre de 2011

Tai Chi Chuan - "Los Tres Cielos"

por Damián

Tai Chi Chuan

Los Tres Cielos
(1ra parte)

En cierta ocasión, iba Zhang San Feng caminando por el bosque, cuando de repente vio un rayo que cayó a unos metros de donde él estaba. Se acercó, y después que el humo se hubo disipado del sitio descubrió un libro. Luego de haberlo leído cayó en la cuenta de que era un libro único, ya que en él estaban develados todos los misterios del universo. Ninguna pregunta quedaba sin respuesta en aquel libro sagrado. Por esta razón pensó que podía resultar muy peligroso si caía en manos inadecuadas, y por ello decidió quemarlo, no sin antes aprendérselo de memoria. Como tampoco quería que ese conocimiento se perdiera decidió transmitirlo pero ya no en forma de libro, sino que lo cifró en una serie de movimientos que fueron los que luego dieron forma al Tai Chi Chuan. Esta característica hace que su secreto esté al mismo tiempo a la vista y escondido. La única forma de acceder a él es repitiendo los movimientos una y otra vez, para así poder entrar cada vez más profundo en el significado de cada uno, para con el tiempo poder redescubrir el sentido primigenio de aquel libro sagrado descubierto por Zhan San Feng, el creador del Tai Chi Chuan.
Un primer acercamiento a este significado profundo, está en la estructura misma del Tai Chi Chuan. La secuencia completa se divide en tres momentos: la Tierra, la Humanidad y el Cielo. El momento de la Tierra está en relación con nuestra parte material, con el cuerpo físico en cuanto a realidad biológica; atañe a todos aquellos procesos básicos automáticos que nos permiten la vida. El Cielo hace referencia a nuestra parte espiritual, a todo aquello que esta fuera del tiempo y del espacio; es nuestro plano de eternidad. Y finalmente el momento de Humanidad es aquel en donde estas dos realidades se funden y conviven en un solo ser, que justamente es el Ser Humano.
Hay una historia que da cuenta de esta naturaleza a la vez terrena y divina del Tai Chi Chuan. Su protagonista es el mismo, solo que esta vez Zhan Sang Feng fue testigo del combate que libraban una serpiente y una grulla. A pesar del continuo ataque de ambos contrincantes ninguna vencía, hasta que finalmente al ave se alejó y la serpiente quedó allí lanzando silbidos al aire. Esta experiencia le hizo ver que el Tai Chi Chuan era justamente eso: el continuo devenir del ave y la serpiente, de la luz y las sombras, del Yan y el Yin; siendo el Tai Chi Chuan la reunión y superación de ambos. Y el símbolo para dar cuenta de esta síntesis de lo terrenal y lo celeste esta expresado en la figura del Dragón, ya que es la serpiente alada, el animal imaginario que reúne en sí el Cielo y la Tierra. No tiene existencia en el mundo natural, sino solo en el interior del ser humano. El Dragón es un ser mágico que manifiesta la esencia de la humanidad, que es a la vez Cielo y Tierra.


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