Soplan Vientos De Cambio...


sábado, 24 de agosto de 2019

Realidades Cotidianas



Culpables
“Bajeza Moral”
Parte 2
Por: E. H. Peluffo
Video por: Zedekiel 

Después de haber definido en mi anterior nota lo que para mí significa “bajeza moral”; podríamos explayarnos un poco más al respecto; ya que están dadas las condiciones para tratar un poquito más el tema.
Desgraciadamente, en vez de  que el enfermo mejore, va empeorando y al menos que se haga algo para ello no suceda, todo va desmejorando, con la interpretación errónea, para mí, en que así es como las cosas pueden mejorar.
Si, puede llegar a ser cierto cuando las herramientas para ello existan, pero cuando no las hay, o bien no son propicias para que ello suceda, el enfermo decae y termina falleciendo.
Eso trasladado a como hoy en día vive la sociedad humana, si así se la puede llamar, son muchísimos los seres que padecen de esta enfermedad.
La mejor forma para diagnosticarla es siendo un buen observador de quien o quienes tenemos delante nuestro; ¿cómo hacerlo? Principalmente poniendo atención a su modo y forma de hablar, de gesticular, de obrar, de hacer lo que dicen hacer y no hacen, siendo ellos el centro de atención y no los demás;… Y a su vez observando detenidamente si él o ellos se ponen al mando de las situaciones  que se deban enfrentar.
La bajeza moral, a la que me refiero, consiste en una forma de agravio hacia nosotros; cuando esos seres se creen que son importantes al ocupar  puestos de jerarquía en la vida diaria y que son determinantes; donde sólo ellos son los que pueden realizar las cosas.
A mi entender y basado en mi propia experiencia de vida, eso me suena un poco autoritario y totalitario, más aún cuando me lo tratan de imponer con palabras frases suaves y sutiles, o bien con falsos enojos llenos de hipocresía.
Porque una cosa es querer alagar y otra muy diferente es que me quieran o nos quieran manipular con utopías y espejitos de colores; simulando y  cuestiones que no son.
En definitiva, la bajeza moral, es una enfermedad con síntomas muy peculiares revestida de muchas apariencias y a su vez es multifacética; pudiéndola hallar en muchos lugares y de vital importancia.
Quien o quienes la padecen no la admiten y permiten que todo suceda, sin importarle nuestras condiciones de vida y sólo tiene un fin ,acabar con ella. Pero, si nos mantenemos en nosotros mismos, en nuestro ser interior, difícilmente nos contagiaremos, aunque tengamos que defendernos de ella y del mejor modo posible; haciendo lo que tenemos que hacer; sin dejarnos  atraer por su falsa ternura y soledad.


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