Culpables
“Bajeza Moral”
Parte 2
Por: E. H. Peluffo
Video por: Zedekiel
Video por: Zedekiel
Después
de haber definido en mi anterior nota lo que para mí significa “bajeza moral”;
podríamos explayarnos un poco más al respecto; ya que están dadas las
condiciones para tratar un poquito más el tema.
Desgraciadamente,
en vez de que el enfermo mejore, va
empeorando y al menos que se haga algo para ello no suceda, todo va
desmejorando, con la interpretación errónea, para mí, en que así es como las
cosas pueden mejorar.
Si,
puede llegar a ser cierto cuando las herramientas para ello existan, pero
cuando no las hay, o bien no son propicias para que ello suceda, el enfermo
decae y termina falleciendo.
Eso
trasladado a como hoy en día vive la sociedad humana, si así se la puede
llamar, son muchísimos los seres que padecen de esta enfermedad.
La
mejor forma para diagnosticarla es siendo un buen observador de quien o quienes
tenemos delante nuestro; ¿cómo hacerlo? Principalmente poniendo atención a su
modo y forma de hablar, de gesticular, de obrar, de hacer lo que dicen hacer y
no hacen, siendo ellos el centro de atención y no los demás;… Y a su vez
observando detenidamente si él o ellos se ponen al mando de las
situaciones que se deban enfrentar.
La
bajeza moral, a la que me refiero, consiste en una forma de agravio hacia
nosotros; cuando esos seres se creen que son importantes al ocupar puestos de jerarquía en la vida diaria y que
son determinantes; donde sólo ellos son los que pueden realizar las cosas.
A
mi entender y basado en mi propia experiencia de vida, eso me suena un poco
autoritario y totalitario, más aún cuando me lo tratan de imponer con palabras frases
suaves y sutiles, o bien con falsos enojos llenos de hipocresía.
Porque
una cosa es querer alagar y otra muy diferente es que me quieran o nos quieran manipular
con utopías y espejitos de colores; simulando y
cuestiones que no son.
En
definitiva, la bajeza moral, es una enfermedad con síntomas muy peculiares revestida
de muchas apariencias y a su vez es multifacética; pudiéndola hallar en muchos
lugares y de vital importancia.
Quien
o quienes la padecen no la admiten y permiten que todo suceda, sin importarle
nuestras condiciones de vida y sólo tiene un fin ,acabar con ella. Pero, si nos
mantenemos en nosotros mismos, en nuestro ser interior, difícilmente nos
contagiaremos, aunque tengamos que defendernos de ella y del mejor modo
posible; haciendo lo que tenemos que hacer; sin dejarnos atraer por su falsa ternura y soledad.
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