Parte 2
Texto por Lucrecio
Imagen pr: Zedekiel
Este libro inigualable no es otro que la naturaleza, y su secreto reside en poder comprender que más allá del significado literal de las cosas hay un sentido simbólico, que nos permite ver, por analogía, en las cosas terrenales los destellos de la realidad divina.
Dentro de este
universo, creado como una obra de arte, todo tiene un propósito. Cada ser es
como una palabra dentro de este manuscrito vital. Poder descubrir que rol
jugamos en este relato es el primer paso que uno debe dar antes de poder
vislumbrar el sentido total que anima a esta gran trama cósmica.
Quien tenga
deseos de adentrarse en las profundidades de este conocimiento, sólo tiene que
expresarlo claramente y de un momento a otro se encontrará con la persona
indicada que lo guíe hasta la puerta del arcano. Esta inmemorial cadena de
tradición, perpetuada a lo largo de infinitos años, aún está viva, a la espera
de que los próximos eslabones se unan, para que la savia siga fluyendo de
tiempo en tiempo, de siglo en siglo, de milenio en milenio. Este universo, en
donde cada ser es un símbolo, nos llama constantemente a descubrirlo. Su
palabra, que se oye todo el tiempo, sólo puede escucharse en el silencio. La
analogía es la clave maestra para comprenderla, y una vez iluminada la esencia
de su enseñanza, la semilla de la trascendencia tendrá un suelo fértil donde
germinar.
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