Notas... Al Pasar: "Conspiraciones, Conspiradores"

por Uriel

Conspiraciones, Conspiradores

Últimamente vengo observando en todos los ámbitos el buen y mal uso, sobre todo esto último, del adjetivo “conspiración, conspirador o conspiradores”.
No obstante sería bueno saber qué nos dice el diccionario, de la Real Academia Española respecto de su significado: “acción o conjunto de acciones realizadas por una o varias personas con ánimo de unirse contra su superior o soberano, de arrebatar el poder a otro grupo, o de hacer algo con intención de causar perjuicio o daño a alguien que está en una posición consolidada”
También está referido a una forma o preparatorio, de delito, comenzando en su faz ideológica para culminar con el hecho consumado.
Comúnmente llamamos a una conspiración como a un “complot”; con el fin de deponer a un superior en el Estado o cualquier ámbito que se le parezca. Y los conspiradores complotados son quienes llevan a cabo dicha acción o delito en perjuicio de uno u otros.
Ahora bien, hoy en día hay toda clase de conspiraciones o complots para llevar a cabo en contra de quien sea, pero lo más importante es que, conspiramos en contra de nosotros mismos; por egoísmo, por apego a bienes materiales, por lo que sea… La cuestión es siempre demostrar que somos los más fuertes y que tenemos el poder de hacerlo y en muchas ocasiones nos pone alegres el hecho de que así sea.
¡Qué horror!...
¡Qué vergüenza!...
¡Qué falta de conocimiento de nosotros mismos!, de quienes somos y cómo actuamos en el diario vivir.
Entonces, ¿qué es lo que deberíamos hacer? ¿Denunciar a quienes se complotan en nuestra contra o a quienes conspiran en contra de otros? ¿Sería justo tal vez?... ¿Sería lícito realizar denuncias ante quienes corresponda con el fin de de que ese complot no se lleve a cabo? Puede ser que, sí; como que no.
Lo más importante sería estar atentos para que ello no ocurra, ni el complot, ni la conspiración, ni la denuncia; puesto que, de alguna manera todos somos parte de ello, cuando nos dejamos arrastrar por nuestro ego y el apego.