por Zedekiel
Dhammapada:
Consejos Del Buddha
Capítulo XXIV
Lo Necesario
(parte 1)
La sed de conocerse, que surge del inconsciente de un Ser, que todavía no se ha encontrado a sí mismo, lo lleva de vida en vida, a saciar su necesidad.
Aquel que, gracias a su sed, encuentra el propio sentido en este mundo, ha logrado encontrar el lago de sus anhelos profundos luego de una larga marcha a través de una selva impenetrable.
Gracias a esta profunda sed del Ser, difícil de ser vencida, ya los sufrimientos no hacen mella en él: ha ingresado a la realidad de su destino, y en él impera la paz emergente, como la encontrada por un loto en un estanque de serenas aguas, derramándose el rocío de su corazón, para incrementar y satisfacer la necesidad del mundo.
Sólo la voz silenciosa que anida en la profundidad del Ser, como clamor de honestidad, debería ser escuchada por el Ser; ella expresa la necesidad que es origen de la sed profunda del reencuentro esperado. Gracias a la audacia y al arrojo del Ser, el gran tentador ya no ejerce poder sobre él: el gran ilusionista yace vencido.
Al igual que un árbol que, aunque haya sido talado, se mantiene firme mientras su raíz esté intacta, y vuelve a crecer, así la sed de la necesidad vital volverá a florecer y ya no habrá más lugar para el dolor.
Aquel Ser humano, cuya necesidad de pasiones inferiores, todavía no ha sido totalmente satisfecha, persistirá en ese sendero mientras aún así lo necesite, hasta obtener las enseñanzas que su conciencia le reclame.
Los canales de vida corren por doquier, como brotes de hiedra en primavera. Siguen su sentido hasta la raíz, hasta encontrar la profundidad de su sabiduría.