Soplan Vientos De Cambio...


jueves, 27 de septiembre de 2012

Sueños

por Viento De La Mañana

Sueños

Dzan Chhty

Estoy de vacaciones en las montañas. Es una noche clara y estoy en compañía de mi hermano. Él se va a bañar y sale de la casa para ir al baño, que está afuera. Apenas sale, observo por la ventana y me detengo a mirar algo,  que había notado: una gran roca similar a la constelación del caballo,  que flota en el aire. Es muy grande y larga, tanto que, al mirarla con detenimiento casi conecta la Tierra con la Luna. La base de la piedra está muy cerca del techo.
Me siento en la cama y miro por la ventana, el patio iluminado por la luna. Siento un golpe y descubro con asombro, que se trata de la inmensa roca. Flota en el aire, y en su suave oscilar, golpea el cristal de la ventana, como si estuviera llamando a una puerta.
Los golpes continúan y temo que la ventana termine por romperse. Son golpes suaves, pero la roca es muy grande, me acerco y mirando bien, distingo en los relieves de la roca, un rostro.
Puedo distinguir la boca, los ojos, la nariz... Me acerco más y descubro expresividad en ese rostro, hace caras. Me acerco más y veo que el rostro se ríe.
Casi frente suyo le digo que, deje de golpear la ventana, porque la va romper. El rostro no me hace caso y sigue haciendo gesticulaciones raras.
La ventana tiembla y él sigue riéndose.
Yo, medio que me enojo y quiero salir para sacar la roca de ese lugar. Pero justo en el momento en que me dispongo a salir, la roca se reduce en tamaño, y continúa flotando.
Cuando salgo y quiero sacar la roca de allí, la piedra se transforma en un ser humano y entra en la habitación.
Intento sacarlo de la casa, pero él parece no entenderme.
Lo empujo, pero me resbalo en la viscosidad de su cuerpo.
Lo sigo empujando y después de muchos esfuerzos, logro llevarlo hasta el umbral de la puerta.
Él, insiste en querer entrar.
- Mi hermano se va a asustar si te ve, le digo. Por eso te saco. Está en el baño. Si viene y te ve se va asustar mucho. Hablemos afuera.
El ser entonces se calmo, se subió al techo y me esperó. Yo acomodé algunas cosas en la casa y fui  hacia el techo. Entonces, hablamos.
- ¿Vos sos de la Luna?, le pregunte.
-  No, respondió él, soy de otro planeta, un poco más lejos.
-  ¿Y como te llamas?
- Dzan Chhty.
Su cara era humana, y parecía tener unos veinte años.
Hablamos un rato, no mucho. Estaba más calmo.
Cuando mi hermano salió, estuve unos minutos más conversando y bajé.
Él me pregunto que hacía en el techo y yo le respondí vagamente, que había escuchado ruidos raros y me había subido para fijarme, que sucedía.
Cuando terminé de decir la frase, vemos una sombra humana atravesar el techo corriendo, para perderse en la noche.
Al otro día, el viejo Matías, desapareció misteriosamente y en su lugar, hay un nuevo empleado: es el joven Dzan Chhty, que como su aspecto es bastante humano, nadie advierte su verdadero origen...



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