Una Hoja En La Tormenta
Si ud. es un lector apasionado de novelas u otros estilos en prosa, es muy posible que recuerde el título de este nota; cuyo autor de origen chino es “Lin Yutang”, quien no sólo escribió esta novela, sino, su recordado libro “La Importancia De Vivir”.
Con ello no quiere decir que vaya a escribir una novela, o bien la plagie en esta nota; tan sólo, digamos, que lo he tomado prestado, al título.
Y… ¿Qué se puede significar para Ud. o la humanidad “Una Hoja En La Tormenta? ¿El hecho causal o casual de conocer y volver a amar cuando creyó que, todo nuevo amor estuviese perdido?... ¿O el hecho de conocer vivencialmente a un ser “espiritual” que tan sólo me ofrece palabras y frases bonitas?...
¿Puede ser que en algunas cosas estamos tan errados?... Tal vez sí, tal vez no.
Pero… ¿Cuál es la tormenta en la que estamos inmersos todos, sin poder hallar esa “Hoja” que nos brinde el empujón necesario, para acercarnos a la calma de nuestra atroz tempestad?
Una hoja en la tormenta, puede ser ese “ser” que, muchas veces hemos buscado y hoy tenemos a nuestro lado. También puede ser alguien que nos “oriente espiritualmente” con nuevos conocimientos, desde un rincón, sin darse a conocer masivamente. En vez de ser un guía, a la vista de todos, que solo nos manipula a su criterio.
Una hoja en la tormenta, no es aquél que, nos dice palmeándonos la espalda, que todo esta o estará bien, para alentarnos… ¡No nos equivoquemos! Porque ese ser no es una hoja en la tormenta, eso es la traición hecha realidad.
“Una Hoja En La Tormenta”, es aquella conciencia que habita en el ser de quien vive y palpita a nuestro lado todas y cada una de las experiencias de vida, que ud, yo, todos vivimos.
Es aquel ser que combate palmo a palmo, codo a codo con nosotros todo lo que nos sucede. También lo puede ser, aquél que sin publicidad alguna, nos acerca todo aquello que nuestra necesidad interior necesita o está buscando en pos de apaciguar la tormenta en la que estamos inmersos.
Entonces, si hemos encontrado esa hoja, no la destruyamos, no la desperdiciemos ni despreciemos, acerquémonos a ella sin temor, vivamos la experiencia de lo diferente, de lo que nos hace sentir y respirar mejor… No nos dejemos convencer por espejitos de colores, tengamos juicio y discernimiento de lo que es verdadero o falso y dejemos que nuevos frutos renazcan en nuestro interior.
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