Soplan Vientos De Cambio...


jueves, 15 de marzo de 2012

Tai Chi Chuan - "Los Tres Cielos" (2da parte)

por Damián

Tai Chi Chuan

Los Tres Cielos
(2da parte)

Para poder comprender el drama subyacente en la forma del Tai Chi Chuan, es necesario detenernos en la relación analógica que hay entre el ser humano y el universo. Uno es espejo del otro, por eso es que también podemos llamarlos microcosmos y macrocosmos. Las montañas, los ríos, el cielo y los demás fenómenos de la naturaleza también se hallan en el interior del ser humano, incluso las ciudades y demás creaciones culturales. Del mismo modo los pensamientos, sentimientos y demás expresiones humanas también encuentran su reflejo en el universo. Pues para esta filosofía, el universo, al igual que el ser humano, es un ser vivo.
De los tres momentos en que se divide la forma del Tai Chi Chuan, la Tierra, es el nivel más bajo, y halla su correspondencia en el cuerpo en un punto situado tres dedos debajo del ombligo. Está en relación con todos aquellos procesos biológicos que nos emparentan con el resto de los mamíferos; es decir: la alimentación, el descanso y la reproducción sexual. El nivel de Humanidad, tiene su correspondencia corporal en el plexo cardíaco y está en relación con lo cultural: el arte, la ciencia y la política básicamente, con todas sus virtudes y sus defectos. Es lo propiamente humano, las actividades que nos diferencian del resto de los animales. Y por último, el nivel Celeste, tiene su correspondencia en la frente, y esta vinculado con todo aquello que excede las creaciones humanas. Es nuestra parte divina que nos conecta con la Eternidad.
Una primera cosa para destacar es la correspondencia corporal de estos tres niveles. La Tierra en la base de la columna, la Humanidad en el centro, y el Cielo en la parte superior de la columna. Esto expresa el ascenso que implica la realización de la forma del Tai Chi Chuan. Comenzamos por la Tierra y terminamos en el Cielo. Estas tres estancias son niveles de consciencia internos. Y el objetivo es ir despertándolos gradualmente. Pero surgen algunos problemas al encarar este trabajo. Y es justamente aquí, donde surge la dramaticidad del Tai Chi Chuan. Hay una historia que se cuenta en cada práctica, una historia que habla del retorno del ser humano a su fuente primigenia de vida.


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