por Uriel
A Las Nueve Menos Veinte
A las nueve menos veinte,
se apagaron cuarenta nueve vidas.
Ya no hay mensajes por el celular,
ya no hay besos, ni un te quiero…
Tan sólo despedidas…
Ya no hay cigarrillos, ni sonrisas,
ni gaseosas y caramelos para compartir...
Todo es horror...
Todo es dolor...
Todo es llanto y desazón...
La oscuridad del nuevo día
los sorprendió dormidos...
A las nueve menos veinte...
Se apagaron cuarenta y nueve sonrisas...
se apagaron cuarenta nueve vidas.
Ya no hay mensajes por el celular,
ya no hay besos, ni un te quiero…
Tan sólo despedidas…
Ya no hay cigarrillos, ni sonrisas,
ni gaseosas y caramelos para compartir...
Todo es horror...
Todo es dolor...
Todo es llanto y desazón...
La oscuridad del nuevo día
los sorprendió dormidos...
A las nueve menos veinte...
Se apagaron cuarenta y nueve sonrisas...
Se apagaron cuarenta y nueve alegrías...
Se esfumaron cuarenta y nueve almas llenas de vida...
Sólo reina la desdicha y la desazón...
Sólo habitan, por los andenes vacíos, del ferrocarril,
el lado más oscuro de la vida...
Sólo reina, el silencio de los que ya no están...
Sólo reina la tristeza y la falta de explicación...
Sólo reina la amargura y el dolor.
Ahora rezo por estas cuarenta y nueve vidas...
Ahora rezo por la desgracia...
Ahora rezo por el amor,
de todas esas almas perdidas.
Se esfumaron cuarenta y nueve almas llenas de vida...
Sólo reina la desdicha y la desazón...
Sólo habitan, por los andenes vacíos, del ferrocarril,
el lado más oscuro de la vida...
Sólo reina, el silencio de los que ya no están...
Sólo reina la tristeza y la falta de explicación...
Sólo reina la amargura y el dolor.
Ahora rezo por estas cuarenta y nueve vidas...
Ahora rezo por la desgracia...
Ahora rezo por el amor,
de todas esas almas perdidas.
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