por Uriel
Amor Perdido
Donde estuviste
Perdido amor...
En el tiempo y espacio sideral
En el océano cósmico de Dios
Y su creación
Donde estuvo perdida esta mirada
De la vida, tranquila y sencilla
Simple y dura
Simple y vivaz
Donde estuvo perdido
La pasión
El fuego
El frío
Donde estuviste perdido amor
En que estrella
En cual galaxia
En cual universo
Donde,...
Donde,...
Estuviste perdido amor?
Donde estuviste
Perdido amor...
En el tiempo y espacio sideral
En el océano cósmico de Dios
Y su creación
Donde estuvo perdida esta mirada
De la vida, tranquila y sencilla
Simple y dura
Simple y vivaz
Donde estuvo perdido
La pasión
El fuego
El frío
Donde estuviste perdido amor
En que estrella
En cual galaxia
En cual universo
Donde,...
Donde,...
Estuviste perdido amor?
Miedo, Dolor y Desazón
Miedo.
Dolor.
Pánico y desazón.
Inseguridad.
Zozobras y turbulencias.
Temores, lágrimas, ¡son!
Las tristezas de la personalidad.
Del alma, del espíritu.
Todo puede suceder.
Todo puede pasar.
La armonía de la forma,
es radar, es vigía;
son la templanza
y la firmeza necesaria.
Brinda lo que corresponde.
Justa y misericordiosamente.
Es autoridad, es presencia viva,
para adquirir integridad
y brindar amor y sabiduría,
al corazón de adentro
y alivio a la corona.
Cuando nos toca con firmeza,
es impulso hacia adentro.
Es vértigo en busca de uno mismo.
Es dura e implacable,
por eso educa, corrige,
restaura y purifica el ser interior.
Puente de conexión con el trascendente
y del trascendente al más allá.
La forma, es llanto,
tristeza, alegría y dolor.
Es amor, es sabiduría
Es alegría…
Es la vida misma.
La de adentro la de afuera…
La que nos rodea…
La de todos los días.
Dolor.
Pánico y desazón.
Inseguridad.
Zozobras y turbulencias.
Temores, lágrimas, ¡son!
Las tristezas de la personalidad.
Del alma, del espíritu.
Todo puede suceder.
Todo puede pasar.
La armonía de la forma,
es radar, es vigía;
son la templanza
y la firmeza necesaria.
Brinda lo que corresponde.
Justa y misericordiosamente.
Es autoridad, es presencia viva,
para adquirir integridad
y brindar amor y sabiduría,
al corazón de adentro
y alivio a la corona.
Cuando nos toca con firmeza,
es impulso hacia adentro.
Es vértigo en busca de uno mismo.
Es dura e implacable,
por eso educa, corrige,
restaura y purifica el ser interior.
Puente de conexión con el trascendente
y del trascendente al más allá.
La forma, es llanto,
tristeza, alegría y dolor.
Es amor, es sabiduría
Es alegría…
Es la vida misma.
La de adentro la de afuera…
La que nos rodea…
La de todos los días.
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