Nota Biográfica
Wolfgang Amadeus Mozart
(parte 8)
Wolfgang Amadeus Mozart
(parte 8)
“Además de músico y compositor, usted fue también director de orquesta, ¿no?”
“Muchas veces tuve que dirigir orquestas desde el pianoforte o desde el clavecín, sea en conciertos o en óperas, o dirigir siendo concertino. También lo hice sin estar tocando yo el instrumento solista, o directamente de pie ante la orquesta. Fueron variedades de casos.”
“¿Qué es, en su opinión, ser Director?”
“Ser Director de Orquesta es una tarea muy delicada. Tanto si la orquesta es de Cámara, de Festival, Filarmónica o Sinfónica, lo importante es poder imprimir a la obra ejecutada el sello propio y esencial de uno mismo. Siempre y cuando uno lo haga de forma honesta y transparente, sinceramente. No se debería subordinar la propia esencialidad a todo otro interés de orden económico o similar. Se debería imprimir a la ejecución de la obra el carácter y la fuerza que uno considere correcto para ser transmitido, ya que todo eso es energía, con todo lo que dicho acto implica: ¡¡¡transmisión de energía!!! El beneficio o el daño que esa obra puede acarrear a todos los oyentes, de acuerdo a como sea dirigida, a su intención, es inconmensurable.”
“¿Con eso usted está queriendo decir que hay directores que dejan su esencia de lado al dirigir, en pos de otros intereses personales?”
“¡Absolutamente! Los hubo, los hay y los seguirá habiendo, en todos los planos... Reflexionemos en lo siguiente. Hay directores que tienen la posibilidad de dirigir en orquestas de gran renombre mundial. Pero hete aquí que quizás, el director tiene una esencia “x” y la orquesta en cuestión tiene la particularidad de destacarse en algún sentido (sección de vientos, de maderas, de cuerdas, se destaca en obras de cierto período, etc.), o sea, su esencia es “y”. Tenemos un caso de esencias contrapuestas. Hay directores que subordinarían su esencia a la de la orquesta, y no siempre por ser abnegados y sacrificados… A buen entendedor, pocas palabras…”
“Es muy interesante esa reflexión… ¿Qué puede decir sobre el director en lo gestual y corporal?”
“Bien, es otro punto interesante y demasiado usufructuado, conscientemente o no… Desde donde yo y otros seres más estamos, se puede notar enseguida cuándo el lenguaje corporal y gestual de un director nace precipitándose desde su inspiración, para luego dirigirse hacia su autoridad ante los músicos, y luego a su esencia cristalina y honesta para consigo mismo, para finalmente ser derramada ante su mundo exterior. Sin embargo, también se puede notar con la misma velocidad, cuándo un director malgasta su propia energía pareciéndose más a un chimpancé o a una marioneta, que a un director con todas las letras. Son los típicos directores de orden Yesódico, que, lamentablemente para la música, abundan.”
“Muchas veces tuve que dirigir orquestas desde el pianoforte o desde el clavecín, sea en conciertos o en óperas, o dirigir siendo concertino. También lo hice sin estar tocando yo el instrumento solista, o directamente de pie ante la orquesta. Fueron variedades de casos.”
“¿Qué es, en su opinión, ser Director?”
“Ser Director de Orquesta es una tarea muy delicada. Tanto si la orquesta es de Cámara, de Festival, Filarmónica o Sinfónica, lo importante es poder imprimir a la obra ejecutada el sello propio y esencial de uno mismo. Siempre y cuando uno lo haga de forma honesta y transparente, sinceramente. No se debería subordinar la propia esencialidad a todo otro interés de orden económico o similar. Se debería imprimir a la ejecución de la obra el carácter y la fuerza que uno considere correcto para ser transmitido, ya que todo eso es energía, con todo lo que dicho acto implica: ¡¡¡transmisión de energía!!! El beneficio o el daño que esa obra puede acarrear a todos los oyentes, de acuerdo a como sea dirigida, a su intención, es inconmensurable.”
“¿Con eso usted está queriendo decir que hay directores que dejan su esencia de lado al dirigir, en pos de otros intereses personales?”
“¡Absolutamente! Los hubo, los hay y los seguirá habiendo, en todos los planos... Reflexionemos en lo siguiente. Hay directores que tienen la posibilidad de dirigir en orquestas de gran renombre mundial. Pero hete aquí que quizás, el director tiene una esencia “x” y la orquesta en cuestión tiene la particularidad de destacarse en algún sentido (sección de vientos, de maderas, de cuerdas, se destaca en obras de cierto período, etc.), o sea, su esencia es “y”. Tenemos un caso de esencias contrapuestas. Hay directores que subordinarían su esencia a la de la orquesta, y no siempre por ser abnegados y sacrificados… A buen entendedor, pocas palabras…”
“Es muy interesante esa reflexión… ¿Qué puede decir sobre el director en lo gestual y corporal?”
“Bien, es otro punto interesante y demasiado usufructuado, conscientemente o no… Desde donde yo y otros seres más estamos, se puede notar enseguida cuándo el lenguaje corporal y gestual de un director nace precipitándose desde su inspiración, para luego dirigirse hacia su autoridad ante los músicos, y luego a su esencia cristalina y honesta para consigo mismo, para finalmente ser derramada ante su mundo exterior. Sin embargo, también se puede notar con la misma velocidad, cuándo un director malgasta su propia energía pareciéndose más a un chimpancé o a una marioneta, que a un director con todas las letras. Son los típicos directores de orden Yesódico, que, lamentablemente para la música, abundan.”
Divertimento Nº 1 en Re Mayor “Sinfonía De Salzburgo Nº 1”, KV 136 (KV 125a)
Partes / Movimientos:
1) Allegro
2) Andante
3) Presto
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