Soplan Vientos De Cambio...


miércoles, 29 de octubre de 2014

La Novela de Pepe: Capítulo 11 → "Pasión y Muerte" (Parte I)

por Arjuadah

La Novela De Pepe
  
Capítulo 11
 
"Pasión Y Muerte"
(parte I)
 
Unos 10 ó 20 días antes de la “Pasión” de Yeshúa y Judah, tuvieron una seria conversación, adulta, sumamente tensa por momentos.
Aquél día siendo hora del atardecer, en casa de Mariam, (María Magdalena), mandó llamar a Judah, por su cuñada, hermana de Mariam; pues tenía que hablar con él algo serio.
Judah: ¿Dime maestro qué puedo hacer yo, por ti?
Yeshúa: No os apresuréis. No sólo por mí, sino también, por el resto de la “humanidad” y los años que, por delante de este tiempo quedarán.
Judah: ¿Quieres decir?, pues no comprendo.
Yeshúa: Serías capaz de traicionar a tu “maestro", para demostrar quién es Él.
Judah: ¿qué es lo que quieres decir con esto?
Yeshúa: ¡Ay Judah!... El hacerte el tonto no te cabe. Sabes muy bien qué es lo que hemos venido a hacer y hay que hacerlo pronto.
La gran tristeza de la noche helada invadió el espíritu de Judah e inmóvil se quedó.
Con una simpleza enorme que no era de extrañar en él, se puso de pie y se colocó del lado derecho de Judah, acarició sus cabellos y se posó frente a su discípulo; levantó su cabeza y tomándolo del mentón le dijo:
Yeshúa: ¡Sé que lo harás!...Siempre has sido leal y fiel… Se que, no habrás de defraudarme,...
Eres para mí, un hermano más desde que te adoptó mi madre…
Nadie mejor que tú me conoce en cuerpo, alma y espíritu; todo debe cumplirse como está en las sagradas escrituras y eso haremos. Para esto hemos venido; a dar luz a la “Humanidad” y testimonio de la “Verdad”… Ya no sólo son tiempos de fe, sino que también, son tiempos de Amor Sabiduría, Dolor y Conocimiento.
Nada ha sido, ni será en vano;… percibo tu dolor y tu angustia… puedo ver las lágrimas de tu corazón, porque sé que me amas, pero debes aprender a conocerte a ti mismo…
Judah levantó la vista y con sus ojos húmedos y nublados por sus lágrimas y la amargura, no supo qué hacer. La soledad y los miedos invadieron todo su ser y esbozó un gran alarido, rasgando sus vestiduras cayó de rodillas…
 
 

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