Auto Condena
“Ser o No Ser… Esa es la cuestión”
(Hamlet – William Shakespeare)
Nace con uno.
¡Surge!,
Desde lo trascendente.
Forma de quienes somos.
¡Emerge!
Desde nuestro interior.
El destino la hace inviolable,
Contradictoria,
Rebelde, impredecible,…
Actúa por si misma,
No recibe ni da ordenes.
Mora, siempre mora,
En el umbral del abismo.
La auto condena de querer “ser”,
Es inevitable…
“Ser, ser, ser, ser”…
Aunque uno es, no lo es
La auto condena de querer ser,
Nos ayuda a asumir,
Puntos de crisis,
Y nos empuja a, ser.
Nos ayuda a asumir responsabilidades,
Y nos da su aval, para ser.
Nos educa y nos da,
Una nueva forma.;
Para adquirir conocimiento,
Amor y sabiduría..
La auto condena de “ser”,
Nos pone al borde del abismo;
Nos clasifica o desaprueba.
Su decisión siempre es firme,
Audaz, severa y contentiva;
Finalmente, nos brinda,
La llave para abrir la puerta…
La puerta de un puente,
Que nos comunica a un mundo nuevo,
Más sutil, donde están, quienes son.
Pregonar
Es gritar.
Decir a viva voz
Lo que pensamos,
Lo que sentimos,
Lo que vivimos.
Es publicar, verbalmente,
Lo que la gente desconoce,
Lo que el mundo ignora,
Lo que existe y no se ve.
Pregonar la vida,
Es convertirse en,
Pregoneros de ella misma,
Pregonando nuevas ideas,
Anunciando nuevos horizontes,
Sin repudiar al pasado…
Sin obstruir el presente…
Sin pronosticar algún futuro…
Pregonar es anunciar hechos y realidades,
Sin decidir sobre las vidas ajenas.
Es gritar.
Decir a viva voz
Lo que pensamos,
Lo que sentimos,
Lo que vivimos.
Es publicar, verbalmente,
Lo que la gente desconoce,
Lo que el mundo ignora,
Lo que existe y no se ve.
Pregonar la vida,
Es convertirse en,
Pregoneros de ella misma,
Pregonando nuevas ideas,
Anunciando nuevos horizontes,
Sin repudiar al pasado…
Sin obstruir el presente…
Sin pronosticar algún futuro…
Pregonar es anunciar hechos y realidades,
Sin decidir sobre las vidas ajenas.
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