Notas... Al Pasar: "Vientos De Cambios"

por Uriel

Vientos De Cambios

Soplan vientos de cambios, a favor, en contra, de todos los sectores…, se avecinan tormentas de toda clase y se experimentan cambios, superficiales, aparentes y otros profundos…
Se producen en nuestra geografía errante, en la superficie terrestre, donde vivimos, donde trabajamos, donde nos desempeñamos…, en nosotros mismos.
Nada, hoy es igual que ayer y mucho menos en los próximos 15, 30 ó 60 minutos.
Las reacciones son inverosímiles, imprevistas y asombrosas..., hasta contradictorias e incoherentes. Lo que una vez fue ya no lo es y lo que será es resultante de una pequeña decisión que puede alegrarnos o entristecernos.
Hay quienes ya no permiten ser manipulados ni atormentados, en sus tareas diarias, en sus estudios o en donde sea. Otros están convencidos de que, poseer un buen nivel intelectual es acertado, pensando que tal vez les dé prestigio y status; todo está tergiversado; para la gran mayoría lo material es lo supremo y creen que con ello pueden comprar decisiones y logros de vida…
¡Los grilletes, para ser esclavos, se venden en cualquier vidriera de una empresa, de una casa de gobierno o en donde sea… y por docena son más baratos!
Pero…, hay muchos que no quieren ser esclavos, sino que, deciden por sí mismos… Están comenzando a auto guiarse por sí mismos.
Soplan vientos de cambios, ¿para ser?, ¿para crecer?..., ¿en qué sentido?, el que fuese, mientras sea útil para evolucionar, todo sirve y a la vez sirve para encontrar un punto de equilibrio necesario de acuerdo a la necesidad del momento y no pensamientos y actitudes antagónicas e incoherentes que no conducen a nada… ¡sólo a la destrucción! Quizás sea lo necesario.
Soplan y soplan… leves, agresivos y moderadamente, en el universo, en nuestro ser interior, en nuestra individualidad, en nuestra miserable personalidad, en nuestro entorno, en el ámbito en el cual nos movemos y relacionamos; como si el gran maestro y titiritero estuviese reorganizando su teatro y cambiando los roles de cada uno de sus intérpretes.
Soplan, cada vez más fuertes, sin que se noten, aun cuando ni siquiera se muevan las hojas del gran árbol de la vida.