Sueños

por Viento De La Mañana

Sueños

El Dragón Del Lago

Soy un caballero medieval. Voy atravesando un oscuro pantano, en compañía de mis pares guerreros. Todos con nuestras armaduras de acero forjado. Marchamos en silencio, cautelosos ante los invisibles peligros que nos acechan.
Otros han intentado ya la travesía y nada más se supo de ellos.
El fango nos llega hasta los tobillos, altos árboles cubren la luz del sol. De pronto unos tentáculos anaranjados surgen del fondo y se llevan a uno de nosotros. Sin perder tiempo nos trepamos a los árboles, tan veloces como pequeños monos selváticos. Los tentáculos siguen cobrando más víctimas.
Los que logramos esquivar sus ataques, seguimos trepando de forma instintiva, al punto de que en un momento nos damos cuenta que ya no tenemos las ramas de los árboles, para que nos sostengan, sino que trepamos en el aire, o mejor dicho flotamos suspendidos en el cielo.
Desde allí se ve el pantano como una pequeña mancha oscura, en la inmensa geografía que ahora se abre a nuestros pies.
Todo quedo atrás, nuestros seres queridos ya no están, pero aún seguimos en marcha.
Nuestro destino es incierto, sólo sabemos que en algún momento nos encontraremos con un monje mendicante y una mujer desnuda, que nos dirán tres palabras únicas.
Continuamos nuestro vuelo sobre un enorme lago, rodeado de montañas. Sus calmas aguas, de un color verde esmeralda, recuerdan al paraíso.
Y cuando ya creíamos que estábamos a salvo... del fondo del lago surge un gigantesco dragón enorme como una montaña, nos mira fijo con sus inmensos ojos enrojecidos y abriendo su boca, larga su abrazador fuego sobre nosotros... es el fin de nuestro viaje, o tal vez sea el principio, quizás detrás de las cenizas hallemos al monje y a la mujer desnuda, siento ya el calor en mi armadura, el fuego nos consume, la llama purificadora al fin ha llegado...