¡Buitres!
¡Uy, qué mal comenzamos!...
Si nos remitimos al diccionario de la “gran lengua española”, hallaremos la siguiente definición de “buitre”: “Ave rapaz de gran tamaño, de color negro o marrón, con la cabeza y el cuello sin plumas, que vive en grupos y se alimenta generalmente de animales muertos”.
Por lo tanto si lo aplicamos a una persona o grupo de seres a los que les podemos apodar con dicho nombre, el significado del mismo cambiaría por el siguiente: “Persona o grupo de seres egoístas y/o parias, que se aprovechan de cualquier situación de uno u otros para apropiarse y/o quedarse con lo que es ajeno, para su propio beneficio”.
Quizás el animal al que me refiero lo hace por instinto ya que, es su modo de vida en los lugares que, el mismo habita.
Pero en este mundo cruel en el que habitamos y nos toca “vivir y evolucionar”, se hallan otra clase de “buitres” con los cuales debemos convivir diariamente.
La gran mayoría de ellos viven disfrazados de palomas mansas, agradables, dulces y domésticas, pero no son mensajeras, son rapaces y arrasan con todo, esperando que uno esté próximo a expirar o bien al borde para lanzarnos sus picotazos mortales y darnos muerte; sin que otros animales feroces y aves de rapiña lo hagan con anticipación.
Ellos, los que no son aves, aparecen para adueñarse de lo que no les pertenece, tratando de anticiparse a otros para aprovechar a llevarse la mejor tajada de lo que alguna vez fuimos o lo que nos queda, o bien se presentan para cobrar lo que otros nos prestaron y ellos se hacen cargo de cobrar la deuda contraída.
Por desgracia no hay posibilidad de lanzar una contra ofensiva, pues ya es demasiado tarde; el engaño fue hecho desde el primer instante que fuera ofrecida la ayuda.
A estos seres vivos, nos les cabe el apodo de que son peor que el diablo, pues Lucifer, al menos es más justo,… son lo que son, ni más, ni menos y así viven en forma perdurable, hasta ahora… Tan sólo recordemos algo para no tener que encontrarnos con ellos:
-“Sed mansos como palomas y astutos como serpientes, que os mando como corderos entre manadas de lobos”-
Quizás haya que cambiar lo de “lobos”, por “Buitres”… ¿No les parece?
Si nos remitimos al diccionario de la “gran lengua española”, hallaremos la siguiente definición de “buitre”: “Ave rapaz de gran tamaño, de color negro o marrón, con la cabeza y el cuello sin plumas, que vive en grupos y se alimenta generalmente de animales muertos”.
Por lo tanto si lo aplicamos a una persona o grupo de seres a los que les podemos apodar con dicho nombre, el significado del mismo cambiaría por el siguiente: “Persona o grupo de seres egoístas y/o parias, que se aprovechan de cualquier situación de uno u otros para apropiarse y/o quedarse con lo que es ajeno, para su propio beneficio”.
Quizás el animal al que me refiero lo hace por instinto ya que, es su modo de vida en los lugares que, el mismo habita.
Pero en este mundo cruel en el que habitamos y nos toca “vivir y evolucionar”, se hallan otra clase de “buitres” con los cuales debemos convivir diariamente.
La gran mayoría de ellos viven disfrazados de palomas mansas, agradables, dulces y domésticas, pero no son mensajeras, son rapaces y arrasan con todo, esperando que uno esté próximo a expirar o bien al borde para lanzarnos sus picotazos mortales y darnos muerte; sin que otros animales feroces y aves de rapiña lo hagan con anticipación.
Ellos, los que no son aves, aparecen para adueñarse de lo que no les pertenece, tratando de anticiparse a otros para aprovechar a llevarse la mejor tajada de lo que alguna vez fuimos o lo que nos queda, o bien se presentan para cobrar lo que otros nos prestaron y ellos se hacen cargo de cobrar la deuda contraída.
Por desgracia no hay posibilidad de lanzar una contra ofensiva, pues ya es demasiado tarde; el engaño fue hecho desde el primer instante que fuera ofrecida la ayuda.
A estos seres vivos, nos les cabe el apodo de que son peor que el diablo, pues Lucifer, al menos es más justo,… son lo que son, ni más, ni menos y así viven en forma perdurable, hasta ahora… Tan sólo recordemos algo para no tener que encontrarnos con ellos:
-“Sed mansos como palomas y astutos como serpientes, que os mando como corderos entre manadas de lobos”-
Quizás haya que cambiar lo de “lobos”, por “Buitres”… ¿No les parece?
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